El catedrático Germán Delibes de Castro ha afirmado que tanto la sal como la cerveza estaban muy presentes en la Prehistoria vinculadas a las élites sociales, como se ha puesto de manifiesto en los yacimientos arqueológicos estudiados en la Península Ibérica y en Europa.
El catedrático de la Universidad de Valladolid, hijo del escritor Miguel Delibes, ha impartido la primera conferencia del curso de verano de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) "Cocina, bodega y mesa: una aproximación a la historia de la alimentación en España" que se celebra en el campus de Toledo.
Delibes de Castro ha disertado sobre "La sal y la cerveza. Poder y prestigio en la Edad de los Metales", y en su exposición ha explicado que, de los vestigios encontrados en los yacimientos arqueológicos se deduce que la explotación de las salinas correspondía a los grupos sociales dirigentes, así como que la cerveza estaba presente en las despedidas de difuntos poderosos.
La sal es la única roca comestible, es un condimento que refuerza los sabores y, sobre todo, es fundamental para la salud - en una ingesta de unos tres gramos al día-, puesto que, si bien su exceso causa problemas, la falta de sal lleva al cuerpo al colapso orgánico.
Afortunadamente es muy abundante en la tierra, pero no está distribuida de manera uniforme, por eso es un elemento estratégico.
El catedrático de Prehistoria ha explicado que los yacimientos arqueológicos estudiados, en su caso, los de las Lagunas de Villafáfila (Zamora) que en verano se suelen evaporar y quedan al descubierto las salinas, ponen de manifiesto que se trataba de una actividad lucrativa y que eran explotadas por las élites sociales.
Así se ha comprobado en los hallazgos en la zona de tumbas de la Prehistoria reciente que contenían objetos de gran valor.
Como también cerámicas campaniformes, cuyo valor era muy elevado pues en su realización se tardaba normalmente un día.
"¿Qué pintan vasos campaniformes en las tumbas?", se ha preguntado Delibes, quien ha explicado que del análisis del interior de las cerámicas se puede saber qué contuvieron, y se ha descubierto que contenían cerveza, a veces mezclada con hidromiel.
De eso se deduce que ya en la Edad de los Metales existía la costumbre de beber cerveza en las despedidas de los difuntos, y en ocasiones también se han hallado restos de sustancias psicotrópicas, lo que se explica porque éstas alteran el estado de conciencia y facilitaban entrar en contacto con la divinidad.
