La Consejería de Sanidad ha acogido este martes un curso de abordaje del síndrome de la sensibilidad química múltiple dirigido a profesionales de Atención Primaria que sirve para "visibilizar la realidad y las dificultades que afrontan estos pacientes y profesionales".
Así lo ha manifestado la directora general de Humanización y Atención Socio-sanitaria, María Teresa Marín, en el desarrollo de este curso organizado por la Asociación de afectados por encefalomielitis miálgica - síndrome de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple- de Castilla-La Mancha, según ha informado la Consejería en un comunicado.
El Gobierno regional ha mostrado su apoyo al movimiento asociativo como un "aliado esencial" para la Consejería de Sanidad en el desarrollo de iniciativas para la mejora de la calidad de vida de los pacientes con enfermedades raras.
Así, la directora de Humanización y Atención Socio-Sanitaria ha recordado que estas jornadas son "muy necesarias" no sólo para visibilizar estas enfermedades sino también para "formar a los profesionales del sistema sanitario en las nociones básicas para abordar las enfermedades poco frecuentes".
La Consejería de Sanidad cuenta desde el año 2017 con una Unidad Técnica de Información y Apoyo a las Enfermedades Raras, cuyo objetivo es ofrecer atención individualizada a los pacientes, familias, cuidadores, asociaciones de pacientes y profesionales.
Marín ha destacado que esta Unidad ha atendido a más de 150 personas y ha incidido en la importancia de ofrecer apoyo y atención a estos pacientes desde el sistema sanitario para que sean conscientes de que tienen "los recursos a su disposición para tratar de mejorar su calidad de vida".
El síndrome de sensibilidad química múltiple tiene que ver con la exposición a sustancias químicas que se encuentran en el entorno habitual de las poblaciones y que provoca en algunas personas una respuesta de su organismo que puede derivar en el desarrollo de esta enfermedad.
Según ha explicado la facultativo experta en Sensibilidad Química Múltiple Mar Rodríguez, "no existen datos precisos de la prevalencia de la enfermedad porque no hay estudios estandarizados" pero ha señalado que según publicó en 2011 el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, "podría afectar entre el 4 y el 12 por ciento de la población".
De este modo, la Consejería ha indicado que no existe un tratamiento curativo, sino que las actuaciones para abordar la dolencia se orientan más a evitar la exposición, así como a paliar los síntomas que manifiestan los pacientes.
