Cristina, Manuela y Paca: abogadas más que unidas por la masacre de Atocha

Cristina, Manuela y Paca: las abogadas más que unidas por la masacre de Atocha
photo_camera Cristina, Manuela y Paca: las abogadas más que unidas por la masacre de Atocha

Les une su vocación por la Justicia, pero también algo que jamás hubieran querido tener en común en los últimos cuarenta años: la matanza de los abogados de Atocha. Son Cristina Almeida, Manuela Carmena y Francisca Sauquillo, tres "símbolos de la lucha por la democracia", cuya trayectoria recoge ahora un libro.

"Cristina, Manuela y Paca. Tres vidas cruzadas, entre la justicia y el compromiso" (Península) es un proyecto de investigación de los historiadores Irene Díaz, José G. Alén y Rubén Vega que pretende ser un homenaje al papel antifranquista de las tres, así como a su compromiso en defensa de los derechos humanos.

Sus vidas tienen mucho en común y están marcadas por un acontecimiento que conmovió al país entero: el asesinato de los abogados laboralistas ocurrido el 24 de enero de 1977 en la calle Atocha de Madrid.

En este atentado, perpetrado por encapuchados de extrema derecha, murió el hermano de Sauquillo, Francisco Javier, y perdieron compañeros tanto Carmena, que se libró de ser una de las víctimas porque había cambiado a última hora una reunión en aquel despacho, como Almeida, que durante el juicio participó de forma decisiva en la acusación.

"El coste fue excesivo, pero fue un momento clave de la Transición para decantar la marcha de España hacia la democracia que tenemos hoy", explica a Efe José G. Alén, que es catedrático de Historia de enseñanza media e investigador de las Relaciones Laborales durante el franquismo.

Los otros dos autores de este proyecto tienen la misma opinión: esta masacre tuvo como parte positiva la demostración de que la sociedad española estaba capacitada para dar el salto a "algo que se merecía desde hacía décadas" y salir de aquel contexto tan tenso que se vivía.

Y es que, tal y como dice Vega, profesor en la Universidad de Oviedo, no hay que olvidar que la democracia no llega al morir Franco, sino cuando son posibles unas elecciones libres y una Constitución. Y para conseguirlo fue necesario el papel y el compromiso de muchas personas, como son Cristina, Manuela y Paca.

"Resultaba menos sencillo enfrentarse a la tensión que se vivía en los años 60 y 70 siendo mujer", dice Irene Díaz, historiadora especialista en Metodología de Historia Oral, para quien las tres protagonistas "rompieron moldes" con su actitud ante la defensa de los valores democráticos.

Tal y como destaca, las tres venían de familia bien, podrían haber tenido la vida resuelta y eligieron defender lo que era justo. Coincidieron además en la masculinizada universidad española de los años sesenta y colocaron en primer plano de su actividad profesional la lucha por la democracia durante la dictadura franquista.

Son tres mujeres en un mundo de hombres que se abrieron paso profesional y políticamente, comenta Alén, quien recuerda con humor que cuando entrevistó a Manuela Carmena para el libro, ésta no tenía previsto todavía convertirse en la alcaldesa de Madrid.

Además, el libro analiza otros aspectos constantes que estas tres mujeres tienen en común, como la lucha feminista durante toda la vida para lograr la equiparación de derechos con los hombres y su afán por mejorar las cosas. En definitiva, ensancharon el espacio ocupado por las mujeres.

Lo curioso quizá es que la vida de estas madrileñas, compañeras también de la Facultad de Derecho, ha vuelto a coincidir, pero ya no en un episodio negro: Manuela está al frente del consistorio madrileño, Cristina con asociaciones de memoria histórica y Paca dirigiendo una comisión en el citado ayuntamiento.

"Los ideales de igualdad, justicia y derechos humanos nunca desaparecerán de sus vidas", previene Rubén Vega.

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