El cierre de la frontera a las entradas masivas de migrantes alivia la presión en Ceuta

España y Marruecos rebajan la tensión pero la crisis enfrenta a Sánchez y Casado
El cierre de la frontera a las entradas masivas de migrantes alivia la presión en Ceuta
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La presión migratoria en la frontera de Ceuta con Marruecos ha disminuido sustancialmente tres días después de la histórica llegada irregular de 8.000 inmigrantes, y este miércoles solo se registra un goteo de llegada de personas a nado o en minúsculas embarcaciones tras el cierre de los accesos en la localidad marroquí de Castillejos.

Los inmigrantes que logran acceder a la playa del Tarajal son devueltos inmediatamente por los agentes que custodian la frontera con Marruecos.

La frontera ha amanecido este miércoles sin las tanquetas militares y con menos agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, tanto en tierra como en barcos, que han sido suficientes para rechazar el goteo constante de inmigrantes que llegaban a nado o en minúsculas embarcaciones.

Los inmigrantes que eran devueltos directamente a Marruecos ateridos de frío se mezclaban con los que voluntariamente han regresado tras dos días durmiendo al raso y comiendo lo que les regalan.

Hasta ahora, el número de devoluciones de personas inmigrantes que han entrado irregularmente en Ceuta desde Marruecos asciende a 5.600, mientras que se cifran en 1.500 los menores que han llegado a la ciudad.

Los menores están acogidos, junto a las mujeres que llegaron irregularmente, en una nave del polígono industrial del Tarajal, cercano a la frontera.

El descenso de la presión migratoria ha motivado que los comercios y bares vuelvan hoy a abrir sus puertas con normalidad tras el cierre de la mayoría de ellos por temor, como han explicado a Efe dueños de locales de restauración o Hassan Mohamed Amar, el propietario de la céntrica tienda Hogar, que vende artículos textiles.

El Gobierno, que considera lo ocurrido como un asalto a la frontera y no una crisis migratoria, aprecia este miércoles un cambio de actitud de Marruecos después de que, desde el pasado lunes, este país permitiera la llegada a Ceuta de miles de inmigrantes irregulares.

Fuentes del Ejecutivo han asegurado que Marruecos "está suavizando" su posición poco antes de que, según pudo comprobar Efe, la policía marroquí sellara el paso fronterizo de Tarajal e interrumpiera el éxodo migratorio por el que han llegado a la ciudad autónoma unos 8.000 inmigrantes indocumentados.

Las autoridades marroquíes en la localidad norteña de Castillejos han cerrado los accesos hacia Ceuta y puesto fin a las avalanchas masivas de emigrantes que se ha producido en los últimos dos días.

La situación cerca de la frontera desde el lado marroquí es muy diferente a la de los dos últimos días: los grupos de migrantes se desplazan hoy en dirección contraria, tras perder la esperanza de poder entrar en el enclave español.

Tras esta masiva llegada, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria de Ceuta (INGESA) ha atendido desde la mañana de ayer hasta la mañana de este miércoles a 199 inmigrantes marroquíes, entre ellos una mujer embarazada.

Junto al descenso de la presión migratoria en la frontera del Tarajal, en Ceuta siguen deambulando los que llegaron irregularmente con la esperanza de encontrar un trabajo en la ciudad española o en cualquiera de Europa.

La llegada masiva de inmigrantes a Ceuta en las últimas horas ha hecho saltar por los aires el protocolo de asistencia humanitaria que organizaciones como Cruz Roja tiene establecido en la zona y ha obligado a priorizar la atención en los menores y quienes presentan problemas de salud.

La situación vivida en la ciudad autónoma es "completamente extraordinaria", en palabras del director de Emergencias de Cruz Roja, Íñigo Vila, que ha explicado a Efe que si bien la mayoría de ellos ha llegado en buen estado de salud, también se han registrado casos de hipotermia, deshidratación y agotamiento extremo.

La extraordinaria llegada de personas a Ceuta ha provocado rifirrafes entre los líderes políticos y la presencia del jefe nacional de Vox, Santiago Abascal, en la frontera con Marruecos.

Unos minutos antes estuvieron en la misma zona los representantes de la asociación Jusapol, que incluye a policías nacionales y guardias civiles, quienes han criticado que los medios que tienen para la crisis migratoria de Ceuta son "escasos y obsoletos" y han asegurado que a un agente le han roto el casco de una pedrada.

ESPAÑA Y MARRUECOS REBAJAN LA TENSIÓN

En el terreno político, la tensión entre España y Marruecos provocada por la llegada del aluvión de inmigrantes irregulares a Ceuta ha empezado a rebajarse ante la reactivación de controles por parte de la policía marroquí, pero la crisis ha provocado un duro enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Pablo Casado.

El presidente del Gobierno y el líder de la oposición han mantenido su cara a cara en la sesión de control del Congreso, donde se han reprochado mutuamente acusaciones de deslealtad ante sus respectivas actitudes en un asunto de estado como el de esta crisis con Marruecos.

Una crisis que Sánchez ha reconocido que no es migratoria, sino "de otro tipo", y que fuentes del Gobierno han precisado después que ha consistido realmente en "un asalto" a las fronteras españolas.

Pero pese a ello, se han repetido las llamadas al diálogo y el Ejecutivo ha observado un cambio de actitud de Marruecos.

Una apreciación que llegaba poco antes de conocerse que las autoridades marroquíes cerraban los accesos hacia Ceuta poniendo fin así a una avalancha que en dos días ha llevado a esta ciudad autónoma a unas 8.000 personas de las que unas 5.600 ya han sido devueltas.

Esas devoluciones y el restablecimiento de los controles han reducido la tensión, y el Gobierno ha recalcado que Marruecos sigue siendo un amigo importante de España y ha confiado en que regrese pronto su embajadora, Karima Benyaich, después de ser llamada a consultas a Rabat tras ser convocada por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

Laya ha garantizado que España no iba a alimentar la escalada de la tensión, sino que pretendía tender puentes con Marruecos aunque siempre desde la defensa de la integridad territorial y de las fronteras

Ha informado la ministra de que hay "líneas abiertas por distintos canales" con Marruecos pero no ha querido precisar si el Gobierno ha recurrido al rey ya que ha señalado que toda misión de acercamiento debe ser discreta.

Felipe VI, junto a doña Letizia, han inaugurado este miércoles Fitur y han saludado a los consejeros de turismo de las comunidades y ciudades autónomas, entre ellos los de Ceuta y Melilla y con quienes se han interesado por la situación actual y les han trasladado su apoyo y solidaridad.

Si la crisis con Marruecos se ha empezado a encauzar, ha aumentado a cuenta de ella el enfrentamiento entre Sánchez y Casado.

El líder del PP ha afirmado que el Gobierno tiene el apoyo de su partido para garantizar la integridad territorial de las fronteras españolas, pero de inmediato ha acusado a Sánchez de errores diplomáticos con Marruecos y ha advertido de que "el caos" del Gobierno es la mayor debilidad de España en el exterior.

"Ha demostrado que le queda grande el Gobierno. No ha sabido gestionar ni la crisis sanitaria, ni la crisis económica, ni la crisis territorial, ni la crisis internacional", ha añadido antes de asegurar que hay más lealtad en la oposición que en el Consejo de Ministros.

Una intervención tras la que Sánchez ha pedido a Casado que aclare si realmente apoya o no al Ejecutivo ya que sus palabras cree que demuestran que utiliza cualquier calamidad como la pandemia de coronavirus o "el desafío de un tercer país" para tratar de derribar al Gobierno.

"Queremos saber de qué lado está la oposición, si del interés general o de los intereses partidistas", ha insistido antes de acusar al PP de deslealtad no sólo con el Gobierno, sino con los intereses generales de España.

En declaraciones posteriores, Casado ha afirmado que su partido ha respondido con responsabilidad y que siempre ayudará al Gobierno frente a cualquier agresión del exterior.

"La crisis diplomática es culpa de Marruecos, pero la responsabilidad es del Gobierno porque se podía haber evitado como veníamos diciendo desde hace más de un mes con la primera queja formal", ha asegurado Casado en referencia a la protesta marroquí por la presencia en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

El Ejecutivo sigue sin ver en esa presencia el único detonante de la situación y apunta otros motivos, como el miedo que puede tener Marruecos a que haya un cambio de actitud sobre el Sahara Occidental por parte de la nueva administración estadounidense de Joe Biden o que sea un aviso preventivo a Europa por la posición que puede mantener también ante este asunto.

La llamada de Sánchez a la responsabilidad con los intereses de España ante esta situación se ha repetido en respuesta a una pregunta de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien ha acusado al jefe del Gobierno de haber cometido errores por no haberse tomado en serio el control de las fronteras.

Desde Ceuta, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha coincidido con Sánchez en que lo que está pasando no es una crisis migratoria y ha sido más tajante en su interpretación sobre lo ocurrido: una "auténtica invasión" que ha sido "orquestada y dirigida" por Marruecos. 

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