La mayoría de los jóvenes se aburrió durante el confinamiento y sintió preocupación por su futuro; tras esa primera ola, el miedo continuó: el 62 % cree que la situación económica empeorará, el 59,5 % teme peores perspectivas laborales y el 57,5 %, que se reducirán sus oportunidades.
Son los resultados de un estudio presentado este jueves y elaborado por la Fundación Pfizer y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad) a partir de 1.200 entrevistas realizadas entre junio y julio de forma telemática a adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años.
El 54 % de los entrevistados asume que tendrá que trabajar "en lo que sea"; cerca de la mitad, que tendrá que recortar el gasto en sus aficiones, en ocio y tiempo libre; y un 31,5 % cree incluso que se verá obligado a recortar en cosas básicas, como la alimentación. El 43,6 % augura que muy probablemente dependerá económicamente de su familia en el futuro.
A nivel personal, casi cuatro de cada diez opina que disfrutará más de la vida, mientras que el 30 % cree que será más responsable. No llega al 8 % el porcentaje de jóvenes que dice que no cambiará en nada, que seguirá siendo como siempre.
La directora técnica de Fad, Eulalia Alemany, ha destacado el "gran realismo" de los jóvenes ante la actual situación y el futuro próximo y el claro impacto de la pandemia en sus expectativas: si en estudios realizados entre 2017 y 2019 se apreciaba cómo mejoraban, ahora casi se ha duplicado el pesimismo.
Yo no hablaría de una generación perdida, pero sí de una generación entre dos crisis, y eso va a marcar su futuro", ha apuntado.
Su mayor miedo en la desescalada fue contagiar a un familiar (43 %), pero el 30 % también reconoce su temor a un repunte y el 29 % a que volvieran a confinarle y a contagiarse.
Entre los temas de interés después de la pandemia, el más citado (por el 31,7 %) es la defensa de los servicios públicos, pero también la política (30 %) o la ecología y el medio ambiente (29,5).
En general, los jóvenes se muestran muy satisfechos con su pareja (82 %), con su familia (70 %) y con los amigos (67,7 %), pero sólo el 37 % está contento con su situación económica.
Durante el confinamiento, las actividades que más han incrementado son las comunicaciones a través de los dispositivos móviles, como los chats, las videollamadas o las redes sociales.
Tres de cada cinco destacan que básicamente han descansado, sin hacer nada en particular, y más del 50 % afirma que ha hecho más ejercicio.
Cerca del 38 % dice que ha comido más saludable encerrado en casa, frente al 29 % que confiesa que se ha alimentado peor.
La mitad de los jóvenes está satisfecho por haber tenido tiempo para sí mismos y cuatro de cada diez señalan que han descubierto elementos positivos en su familia y amigos, aunque dos de cada cinco han llevado mal las restricciones.
