Crean el primer consolador de cerámica talaverana; 'El Lancero'

'Non Sit Peccatum', boutique erótica y de salud sexual en Talavera (Toledo), es un pequeño comercio, dedicado a la venta de artículos eróticos y de salud sexual, que acaba de crear el primer consolador de cerámica talaverana "El Lancero"

'Non Sit Peccatum', boutique erótica y de salud sexual en Talavera de la Reina (Toledo), es un pequeño comercio, dedicado a la venta de todo tipo de artículos eróticos, lencería y artículos de salud sexual y prevención, que acaba de crear un nuevo consolador de cerámica talaverana; "El Lancero de Talavera".

Según ha informado Héctor Valdivieso, gerente de la boutique, "desde la apertura de la tienda, hemos apostado por la innovación, importando desde Alemania y Países Bajos los artículos más novedosos de nuestro sector, así como otros que no llegan al mercado español".

Según el gerente de Peccatum, además "nos hemos embarcado en la fabricación de una línea de productos de fabricación propia. Dentro de esta gama de productos, hemos querido hacer un guiño a Talavera, creando “El Lancero” un dildo de alta gama, inspirado en los dildos cerámicos alemanes".

Para ello, según relata Valdivieso en un comunicado, "hemos contado con la gran ayuda de Ernesto Yañez González, escultor local, que se ha encargado de dar forma a nuestra idea y de la fabricación del producto".

Lancero "es una obra de arte funcional, ideado para jugar con las temperaturas. Se presenta como la alternativa ecológica a los juguetes de silicona o plástico, siendo un masajeador fabricado con materiales naturales y reciclables", asegura el responsable de la idea.

Este nuevo consolador de cerámica talavera, ya está disponible en 'Non Sit Peccatum' situada en la calle Prado de Talavera de la Reina (Toledo), y próximamente se distribuirá a diversas tiendas eróticas de toda España, promocionando de este modo, no sólo la cerámica talaverana, sino la propia ciudad.

Un poco de historia

El primer vibrador eléctrico del que se tiene constancia data de 1880, época en la cual las mujeres podían ser diagnosticadas de “histeria femenina” y cuyo tratamiento, por parte del médico, consistía en masturbar a las pacientes en la consulta hasta que estas alcanzaban el orgasmo. Ya que realizar las masturbaciones resultaba cansado, un médico británico, Joseph Mortimer Granville inventó el primer vibrador eléctrico de la historia, según explica Verónica Arrogante, sexóloga colaboradora de 'Non Sit Peccatum'.

Cuando en el siglo XX se descubrió que la “histeria femenina” no era una enfermedad legítima, junto con el hecho de que en las películas pornográficas, con mayor difusión por la popularidad del cine, las actrices utilizaran vibradores como juguetes genitales, llevó a que la imagen y reputación del vibrador cambiara y pasara de ser un artículo de terapia a ser un objeto de perversión sexual, de ahí que hoy en día sigan utilizándose pero que pocas personas reconozcan que lo hacen.

Según relata la sexóloga, los consoladores se conocen desde la antigüedad, estos objetos con forma fálica se utilizaban en celebraciones de fiestas de fertilidad o cosecha en muchas culturas ancestrales.

El consolador más antiguo encontrado hasta el momento es de piedra, también utilizaban otros materiales provenientes del medio, como barro, madera, cristal… como curiosidad destacar que el antiguo Oriente se fabricaban consoladores con boñiga de camello seca y recubierta con resina.

El Lancero de Talavera

Sobre este nuevo consolador de cerámica talaverana; "El Lancero", la sexóloga explica que "el material de los juguetes genitales es realmente importante para prevenir y/o evitar posibles alergias, etc. Estos objetos están destinados a hacer disfrutar en solitario o en pareja a los hombres y mujeres".

Por ello, "este nuevo consolador está fabricado en barro, un material muy resistente, no hay riesgo de que se rompa, así que por ese lado tranquilos/as. Está decorado con la misma pintura que se utiliza en vajillas, tazas… característica de la cerámica talaverana. Hueco por dentro con el fin de rellenarlo con agua fría o caliente, lo cual dará lugar a sensaciones que con ningún otro tipo de consolador pueden llegar a sentirse ya que el cambio de temperatura en la zona genital produce una sensación agradable y muy placentera. A su vez el uso de frío o calor (sobre todo el calor) produce una relajación de la musculatura, facilitando la penetración vaginal o anal. Muy importante es tener cuidado con la temperatura, ya que se pueden producir lesiones por quemadura", asegura Verónica Arrogante.

La sexóloga colaboradora de 'Non Sit Peccatum' anima "a conocer, usar y disfrutar del lancero, de su forma y bonitos dibujos, tiene tantos usos como la imaginación del que le use le pueda llegar a dar" y recomienda "usarlo bien lubricado", concluye en su explicación.

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