Compartir el aprendizaje clínico para mejorar la seguridad del paciente

España y otros cuatro países europeos están implicados en un proyecto de investigación educativa para mejorar la formación de los estudiantes de Enfermería y Medicina en la seguridad de los pacientes a partir de las experiencias que adquieren estos futuros profesionales en sus prácticas clínicas.

Se trata de que los alumnos identifiquen cuáles son los eventos adversos y errores más habituales o relevantes que experimentan cuando están realizando sus prácticas en los hospitales, centros de salud o servicios de emergencia y compartan ese aprendizaje, con la finalidad de diseñar luego las herramientas y recursos más adecuados para evitar que se reproduzcan esos casos.

Un concepto que se puede resumir en "aprender de nuestros errores y de los ajenos", ha indicado, en una entrevista con Efe, la profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Alicante (UA) y antropóloga María Flores Vizcaya Moreno, que es una de las responsables de esta iniciativa, financiada en la convocatoria 2016 del Programa Erasmus +.

La UA forma parte de este proyecto, coordinado por la Universidad de Northumbria (Reino Unido) y en el que también participan las de Saimia (Finlandia), Génova (Italia), Eastern Finland (Finlandia), Ostfold (Noruega) y Lappeenranta (Finlandia).

El proyecto se denomina SLIPPS (Sharing Learning from Practice to Improve Patient Safety), que se podría traducir como "compartiendo el aprendizaje de las prácticas para mejorar la seguridad del paciente", y tiene tres años de duración.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a escala mundial, uno de cada diez pacientes sufre cada año algún tipo de daño al recibir atención sanitaria y, según algunos expertos, la mayoría de los episodios se puede evitar.

Esos errores van desde confusión en la medicación, alimentación o caídas hasta quirúrgicos, que hay que estudiar para fijar protocolos o métodos para prevenirlos.

Vizcaya Moreno ha destacado que, cuando se comete un error, "hay tres víctimas: la primera, los pacientes y sus familias; la segunda, el personal sanitario; y la tercera, las instituciones, los hospitales".

Precisamente, una de las pretensiones del citado proyecto es inculcar a los estudiantes de Enfermería y Medicina que "aprendan a percibir que muchos de los errores son evitables; es decir, qué podemos hacer para no equivocarnos", ha explicado Vizcaya Moreno.

Al mismo tiempo, otro de los objetivos es detectar aquellas buenas prácticas clínicas que refuercen la seguridad del paciente y compartirlas, ha señalado.

Los cinco países involucrados en esta iniciativa habilitarán plataformas informáticas locales en las que, de forma voluntaria y preservando el anonimato de las personas y de los hospitales, los alumnos podrán exponer sus testimonios de incidentes clínicos.

En una fase posterior, todos esos datos recopilados serán seleccionados, filtrados e introducidos en el primer centro internacional de aprendizaje virtual multidisciplinar sobre la seguridad de los pacientes, que se creará en un futuro próximo.

Este centro de aprendizaje virtual estará disponible en varios idiomas y será de libre acceso para que "todo el mundo lo pueda utilizar" a nivel formativo, ha anunciado Vizcaya Moreno.

Además, el proyecto SLIPPS (https://www.slipps.eu) establecerá una red internacional de educación para la seguridad de los pacientes y no se descarta que propicie nuevos protocolos para la prevención de errores clínicos, que podrían ser uniformes o adaptados a cada país.

También se ha previsto ofrecer seminarios virtuales con alumnos de diferentes países, así como escenificaciones o simulaciones con actores de casos reales que hayan sido narrados por los estudiantes.

Y es que, según Vizcaya Moreno, es importante desarrollar una mayor comprensión de cómo el testimonio o la participación en incidentes influye en el aprendizaje de los estudiantes.

Ha asegurado que en los planes de estudios de España y de los otros países que participan en el SLIPPS "no existe una asignatura específica que abarque lo que es el problema de la seguridad del paciente", salvo cursos, módulos o seminarios que se imparten sobre esa materia y las iniciativas en ese sentido que se llevan a cabo en el ámbito profesional de la práctica.

"Cometer un error es humano, pero hay que comunicarlo", una actitud que implica un cambio cultural, según esta profesional, quien ha resaltado que "los más avanzados en la cultura sobre la seguridad del paciente han sido, principalmente, los canadienses y estadounidenses, cuyos hospitales publican las estadísticas de sus porcentajes de errores desde hace años".

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