El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), general Félix Sanz Roldán, ha asegurado que el principal riesgo para la seguridad es el terrorismo yihadista, al que se hace frente con un aumento del número de personas que trabajan en el CNI, más presupuesto y un redespliegue del servicio.
El jefe de la inteligencia española ha participado en la segunda jornada del seminario "Europa amedrentada: la amenaza del yihadismo", que se celebra en Toledo, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, y cuya clausura corre a cargo del ministro de Defensa, Pedro Morenés.
En su conferencia, el general Sanz Roldán ha explicado que para enfrentarse al terrorismo yihadista, una vez desaparecida de España la ETA, eran precisas capacidades nuevas, que tardan tiempo en adquirirse, por ejemplo, un experto en criptoanálisis a lo mejor tarda diez años en formarse.
"El mundo se ha hecho otro y el CNI tiene que hacer otras cosas", ha dicho Sanz Roldán, quien ha detallado que el servicio de inteligencia español ha crecido en más de 500 personas y, además de en cantidad, también en calidad, ya que por ejemplo, en el primer golpe de reclutamiento de personal para el CNI solo entraron matemáticos, expertos en telecomunicaciones e informáticos.
Además se hace un esfuerzo en el entendimiento del Islam, para poder interpretarlo, y para ello el servicio de inteligencia cuenta con un grupo de especialistas en árabe y sus dialectos.
El jefe de la inteligencia ha señalado que desde el CNI se vigila todo el ciclo de la yihad, que empieza con el reclutamiento de adeptos, que son los que van a hacer la yihad, y ese sería un segundo momento del ciclo.
Una vez en los lugares donde se hace la yihad, ahora Siria e Irak y pronto también será Libia, los reclutados pasan un mínimo de seis meses para considerarse yihadistas, y eso supone que ya no les importa morir para ir al paraíso.
El CNI, ha continuado, trata de controlar su vuelta, unos a sus lugares de origen y otros no, donde los yihadistas se ocupan de captar adeptos y de atentar.
Esto, ha dicho Sanz Roldán, ha obligado a un nuevo despliegue exterior, para obtener información de los lugares donde se hace la yihad.
Las personas que se desplazan allí para obtener información están muy bien formadas, pero no pueden pasar en esos lugares demasiado tiempo y tiene que haber gente que les tome el relevo.
Además, el servicio de inteligencia español trabaja para "hacer amigos", los servicios de inteligencia de otros países, y ha asegurado que "se crean coaliciones muy estrechas en la lucha contra el yihadismo".
En ese sentido, ha señalado que existe una convergencia bastante razonable entre los servicios de inteligencia europeos, que están trabajando muy bien en paralelo, y de hecho, ha desvelado que gran cantidad de detenciones en Francia o Bélgica se han materializado a raíz de información de otro país.
El director del CNI ha afirmado que se está ganando la lucha contra el Daesh o Estado Islámico y ha apelado al espíritu de la lucha contra ETA y al que demostró España en los atentados del 11M, cuando los colegios siguieron funcionando y el metro funcionó en Madrid, lo que no ha sido así en otros lugares con daños mucho menores, por lo que ha apostado por plantar cara al terrorismo.
