CLM ha tenido un verano extremadamente cálido y anómalo, al igual que será el otoño

Castilla-La Mancha ha tenido un verano anómalo y extremadamente cálido, con anomalías de temperaturas medias de en torno a 4 grados en el mes de junio, y precipitaciones superiores a lo normal en varias zonas de la región, aunque de carácter tormentoso y torrencial.

La delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, ha explicado que el verano en la región ha sido anómalo, debido a que se adelantó unos 15 días y ha habido dos olas de calor en junio y julio y dos depresiones aisladas de niveles altos (DANA) en julio y agosto.

Estas circunstancias han hecho que se hayan registrado temperaturas muy altas y que haya habido unas precipitaciones inusualmente intensas en determinadas zonas de la comunidad autónoma, aunque han sido de carácter tormentoso y se han repartido de forma desigual por el territorio castellanomanchego.

La anomalía de los meses estivales se ha plasmado en que ha habido una ola de calor adelantada en relación a lo que es habitual y que aunque lo normal es que en verano no llueva o llueva muy poco, este año se han recogido intensidades de precipitación muy alta.

Las temperaturas altas se han extendido también a la primera quincena de septiembre, que ha sido muy cálida, ha apuntado Castro.

Las temperaturas más elevadas del verano se registraron el 13 de julio en Almadén (Ciudad Real), donde se alcanzaron 44,3 grados el 13 de julio, mientras que el valor mínimo se observó en El Pedregal Guadalajara, donde el termómetro bajó a 3,5 grados el 10 de agosto.

En Ciudad Real ha sido el verano más cálido de toda la serie de la que dispone el observatorio situado en la ciudad, mientras que en los observatorios de Toledo y de Molina de Aragón (Guadalajara) ha sido igual de cálido que el de 2015, en Albacete igual de cálido que el de 2012 y en Cuenca el segundo más cálido de la serie.

De los tres meses del verano (junio, julio y agosto) el de junio ha sido el más cálido de toda la serie de datos, con anomalías de temperatura media en torno a los 4 grados y con las temperaturas más altas en la ola de calor del 14 al 18.

A su vez, agosto ha sido muy cálido y julio se ha quedado con la catalogación de cálido, a pesar de que hubo una ola de calor entre los días 12 y 16.

En los meses de junio, julio y agosto, el verano ha tenido la catalogación de extremadamente cálido en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Toledo y en Molina de Aragón, al haber superado el valor máximo registrado en el periodo de referencia de 1971 a 2000.

A su vez, en la provincia de Cuenca el verano ha sido muy cálido, porque las temperaturas registradas han estado en el intervalo correspondiente al 20 % de los años más cálidos, con una media de 24,6 grados frente a los 23 grados del valor normal.

En Toledo la temperatura media ha sido de 27,5 grados, superior al valor normal de 25,4 grados, mientras que en Ciudad Real ha sido de 27,4 grados por 25,3 grados del valor normal; en Albacete de 25,6 grados frente a los 23,7 del valor normal y en Molina de Aragón de 21 grados frente a 19,1 grados.

En cuanto a las precipitaciones, el verano ha sido muy desigual debido al reparto de las lluvias tormentosas, de forma que en Cuenca ha sido extremadamente húmedo (el tercero más húmedo de la serie de datos), en Toledo ha sido muy húmedo, en Molina de Aragón ha sido húmedo y en Albacete y Ciudad Real normal.

En Cuenca se registró además el valor más elevado de precipitación máxima diaria registrado en España este verano en un observatorio principal, con 98 litros por metro cuadrado el 7 de julio por influencia de la DANA atlántica.

OTOÑO CON ANOMALÍAS CÁLIDAS

Por otra parte, Castilla-La Mancha registrará anomalías cálidas en las temperaturas en los meses de octubre, noviembre y diciembre, según los modelos estacionales que manejan los meteorólogos, mientras que no hay tendencias significativas para las precipitaciones de los próximos meses.

Según ha explicado la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, de momento no hay tendencias significativas en las precipitaciones, pero si se prevé que haya anomalías cálidas en la región en el otoño.

Castro ha indicado que los modelos estacionales del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) dan una anomalía para la mitad occidental y el centro de Castilla-La Mancha del orden de 1 a 1,5 grados en el mes de octubre.

A su vez, en la parte más oriental de la comunidad autónoma la anomalía podría ser algo inferior, del orden del 0,5 grados, mientras que el resto de España y Portugal también registrarán una anomalía cálida.

En el mes de noviembre, la anomalía de temperatura que da el ECMWF para Castilla-La Mancha es más débil, ya que será solo de entre 0,25 y 0,5 grados en todo el territorio autonómico.

Y para el mes de diciembre el modelo estacional que aplica el ECMWF apunta a que habrá una anomalía cálida de entre 0,5 a 1 grado en la zona centro y en la parte occidental, que puede ser más débil en el sur de Albacete, en el entorno de entre 0,25 y 0,5 grados.

En cuanto a las precipitaciones que puede haber en el otoño no hay una tendencia clara, ya que los modelos que se están aplicando dan una tendencia de 33 por ciento de que haya más precipitaciones, de un 33 por ciento de que se registren las normales y el 33 por ciento de que sean inferiores, ha apuntado Castro.

La delegada de la Aemet en Castilla-La Mancha ha comentado que en estos casos "lo que manda es la climatología", y en este sentido, ha indicado que como en otoño normalmente llueve, "si la naturaleza se comporta con normalidad, lloverá".

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