Investigadores descubren que los herrerillos y los carboneros conviven en nidos

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) han descubierto que los herrerillos, 'Cyanistes caeruleus', y los carboneros, 'Parus major', se engañan mutuamente para conseguir que una sola hembra críe los pollos de ambas especies, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los expertos reconocen este comportamiento como 'parasitismo de puesta' y dicen que podría estar provocado, en determinadas circunstancias, por la escasez de lugares adecuados para anidar. Asimismo, tal y como ha señalado Juan José Sanz, investigador del MNCN, este comportamiento "que parece ocasional, podría ser el inicio de un cambio evolutivo" y "quizá sea el primer paso de una futura estrategia reproductiva de parasitación de puesta entre ambas especies".

El estudio, que ha sido publicado en la revista 'Behavioral Ecology and Sociobiology', ha consistido en la monitorización de 1.285 nidos durante tres años en los Montes de Toledo. De esta muestra, los investigadores han comprobado cómo en el 3% de los casos, el 7% si se trata de zonas boscosas fragmentadas, las nidadas de ambas especies estaban mezcladas. En concreto han detectado 17 casos en los que una hembra de carbonero común criaba a algún herrerillo común entre sus pollos y otros 17 en los que era la hembra de herrerillo la que se hacía cargo de pollos de carbonero.

Los herrerillos y los carboneros son aves insectívoras de pequeño tamaño ampliamente distribuidas por toda Europa y comparten "un parecido más que razonable", según señala el CSIC. La diferencia de tamaño entre ambas --los carboneros miden unos 14 centímetros de longitud, frente a los once que miden los herrerillos-- podría ser la causa de que las estrategias y consecuencias del 'parasitismo' difieran entre ambas especies.

La investigación revela que, a la hora de anidar, los carboneros invaden los nidos de los herrerillos que, ante el riesgo de ser atacados e incluso de morir, se van del nido dejando allí sus huevos. Por su parte, los herrerillos a veces depositan alguno de sus huevos en un nido de carbonero dejando que sea la otra especie la que los saque adelante.

UNA ADOPCIÓN FORZADA

Los pájaros que crecen fuera de su entorno aprenden los hábitos de sus hermanos adoptivos: su forma de cantar, cómo buscar alimento o seleccionar el mejor lugar para anidar. "Este aprendizaje podría ser una ventaja en un momento dado, ya que de adultos los pollos serán capaces de acceder a más recursos", explica Rafael Barrientos, investigador de la UCLM.

"Sabemos por otros estudios que mientras los herrerillos corrigen su error cuando abandonan el nido y aprenden a comunicarse con sus congéneres, los carboneros siguen pensando que son herrerillos llegando incluso a tratar de aparearse con la otra especie cuando son adultos", contextualiza Sanz. Sin embargo, el investigador afirma que aún se desconoce por qué los herrerillos son capaces de corregir su actitud, aunque opina que "el tamaño podría estar detrás", pues "al ser más pequeños, actividades como competir por la comida o buscar pareja, serían más arriesgadas para ellos". "El caso es que al final son los pequeños los que sacan más ventajas de este parasitismo de nidada de doble dirección", concluye Juan José Sanz.

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