Castilla-La Mancha ha tenido un otoño muy cálido, con una subida de 1 grado centígrado con respecto a la media del periodo de referencia (1981-2010) y muy seco, con una precipitación total acumulada que no llega a los 100 milímetros, una de las más bajas de toda la serie histórica (1965-2017).
Así lo ha dado a conocer este miércoles en rueda de prensa la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, quien ha indicado que la comunidad autónoma ha tenido una evolución similar a la del conjunto del país, donde el otoño (contabilizando los meses de septiembre, octubre y noviembre) ha tenido un carácter muy cálido.
La temperatura media en España del 1 de enero al 30 de noviembre ha sido muy próxima a los 17 grados centígrados, lo que se traduce en los once meses más cálidos desde 1965.
No obstante, las temperaturas en diciembre están siendo por el momento inferiores a los valores normales, lo que podría dar como resultado una temperatura en este mes próxima al valor normal y, por tanto, una temperatura media anual próxima a los 16 grados.
Esto podría suponer que 2017 resultara extremadamente cálido y es probable que se sitúe entre los tres primeros de la serie desde 1965 junto a los años 2011 y 2015, en los que se alcanzaron los 16 grados de media.
Castilla-La Mancha ha tenido una temperatura media de 16,7 grados, "más elevada de lo que se espera para esta época del año", ha precisado Castro.
Por provincias, Toledo ha tenido 17,7 grados, cuando el valor normal del periodo de referencia es de 16,2 grados.
También ha sido un otoño muy cálido en la provincia de Ciudad Real, en la que la temperatura media ha sido de 17,2 grados centígrados, cuando el valor normal del periodo de referencia es de 15,8.
Lo mismo ha ocurrido en la provincia de Cuenca, con 15,2 grados centígrados de media, por encima del valor normal del periodo de referencia de 13,5 grados, y en Albacete, con 16 grados centígrados, superior al valor normal de 14,7 grados.
La excepción se encuentra en Molina de Aragón, donde la temperatura media ha sido de 11,2 grados, cuando el valor normal del periodo de referencia es de 10,9.
En cuanto a las precipitaciones, el otoño ha sido muy seco en Castilla-La Mancha y, en particular, extremadamente seco en Cuenca y Molina de Aragón, ya que en el conjunto de la región, las precipitaciones han sido las más bajas de toda la serie histórica (1965-2017), después de 1978 y 1981.
En la provincia de Toledo, el otoño ha sido muy seco, con 59,4 litros por metro cuadrado, bastante por debajo de los 103 del valor normal en el periodo de referencia.
El otoño ha sido también muy seco en la provincia de Ciudad Real, con 59,4 litros por metro cuadrado, inferior al valor normal de 124,9; y en Albacete, con 33,5 litros por metro cuadrado frente a los 109,8 del periodo de referencia.
En la provincia de Cuenca y en la comarca de Molina de Aragón el otoño ha sido extremadamente seco, con 37,9 litros por metro cuadrado frente a los 150 del periodo de referencia en el primer caso; y 14,2 frente a los 134,1 de referencia en el segundo.
En Guadalajara se han recogido 34,4 litros por metro cuadrado, aunque en este caso no se tiene la media del periodo de referencia.
Sin embargo, las precipitaciones registradas en esta primera quincena de diciembre han sido más altas que en los tres meses precedentes, gracias a la borrasca "Ana" que, según la delegada de la Aemet en Castilla-La Mancha, "ha salvado" el periodo.
Las cifras más relevantes se han registrado en Viso del Marqués (Ciudad Real), con 38,3 litros por metro cuadrado; Cañizares (Cuenca), con 34,5 litros y San Pablo de los Montes (Toledo), con 32 litros por metro cuadrado.
PREVISIÓN DE CARA AL INVIERNO QUE LLEGA
Por otra parte, Castilla-La Mancha tendrá, previsiblemente durante este invierno, temperaturas entre 1 y 3 grados centígrados por encima de la media del periodo de referencia (1981-2010) y que las precipitaciones se produzcan, sobre todo, en el mes de enero.
Es la predicción que ha hecho la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, quien ha señalado que de enero a marzo de 2018 hay una "mayor probabilidad" de que las temperaturas alcancen "valores superiores a los normales" en toda España.
En concreto, ha explicado que la anomalía será de entre 1 y 3 grados centígrados en el conjunto del país y también en Castilla-La Mancha, especialmente en las provincias de Toledo, Ciudad Real y el sur de Cuenca y Albacete.
En cuanto a las precipitaciones, ha avanzado que se prevén lluvias en el mes de enero en el oeste de Toledo, donde se podrían registrar entre 10 y 30 litros por metro cuadrado.
De igual modo, se esperan precipitaciones en enero en la parte occidental de Guadalajara y en la parte oriental de Toledo y Ciudad Real.
Sin embargo, ha indicado que en febrero la situación está "menos clara" y ha agregado que si hay precipitaciones en la península, éstas serán "débiles" e, incluso, "puede que no las haya".
También ha vaticinado que no las habrá en marzo, por lo que "no son buenas noticias", ha dicho.
Para la presente semana, la estabilidad será la tónica general, con heladas, brumas y bancos de niebla en Albacete y en el sur de la provincia de Toledo y en el norte de Ciudad Real.
Además, el día 25 de diciembre está prevista la llegada de un frente que afectará a la mitad occidental de la península y dejará precipitaciones en la región, especialmente el día 28.
Se prevé alcanzar los 30 litros por metro cuadrado en las serranías de Guadalajara y Cuenca y nevará en la sierra de Alcaraz.
También habrá lluvias en el resto de Castilla-La Mancha, aunque no tan abundantes.
También se esperan entre 0 y 10 litros por metro cuadrado en Toledo y Albacete y entre 0 y 15 en Ciudad Real.
