Astrofísicos consiguen una observación pionera de meteoros desde la estratosfera

Un equipo de investigación de la Universidad Complutense ha conseguido llevar a cabo una observación pionera de la lluvia de meteoros de las Cuadrántidas desde la estratosfera en alta definición.

Esta es la quinta misión de estudio de las lluvias de estrellas fugaces desde la estratosfera con el fin de salvar el contenido en aerosoles y vapor de agua de la troposfera, y la primera en la historia que se usa una cámara en color y Full HD a esta altitud (anteriormente se había ensayado con éxito un sistema pasivo de estabilización).

Los expertos han explicado que, observar los meteoros desde la estratosfera permite evitar la cobertura nubosa, la contaminación lumínica y tener condiciones de transparencia imposibles de conseguir en observaciones terrestres.

En este caso la lluvia de las Cuadrántidas tiene su origen en el asteroide 2003 EH1. Este objeto es probablemente un cometa ya extinto, por lo que el estudio de las partículas desprendidas de él permite entender como es la transición de cometa a asteroide y cuál es la composición de los cuerpos que pasan próximos a la Tierra.

Los científicos que han llevado a cabo este trabajo, presentado en 47º Lunar and Planetary Science Conference, han señalado que, aunque sus pequeños fragmentos emitidos sí colisionan con la Tierra, el 2003 EH1 nunca pasa a menos de 31 millones de kilómetros del planeta y no hay riesgo de choque.

UNA MISIÓN DE COSTE REDUCIDO

La sonda fue lanzada desde el municipio de Trujillo (Cáceres) la noche del 3 al 4 de enero, recorrió 150 kilómetros, cayendo a 4 kilómetros del municipio de Arrobas de los Montes (Ciudad Real) y alcanzó una altura máxima de 22.000 metros. El lanzamiento se realizó bajo condiciones meteorológicas extremas debido al frente que cruzaba la Península y que impidió la observación de la lluvia de estrellas fugaces desde tierra.

El sistema de vuelo ha sido desarrollado por el proyecto Daedalus, perteneciente a la asociación de astrofísicos aficionados AstroINNOVA, que ha permitido al equipo de la Complutense poner sus cámaras en la estratosfera a un coste muy reducido frente a los vuelos de la NASA y la ESA.

Los científicos también han destacado que la participación de aficionados ha sido clave en esta investigación, que ha contado también con la colaboración de grupos de observación de las Universidades de Huelva y Sevilla y del Instituto de Ciencias del Espacio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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