Las temperaturas podrían aumentar en Castilla-La Mancha hasta en 1,8 grados en 2050 y las precipitaciones podrían disminuir en un 11 por ciento en 2100, si se mantienen las actuales políticas globales de descarbonización, de acuerdo con un estudio que ha elaborado el laboratorio de ideas OIKOS.
En una nota de prensa, OIKOS ha indicado este viernes que si se actúa de inmediato y de forma ordenada para alcanzar los objetivos establecidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de París en 2015, el aumento de las temperaturas en Castilla La Mancha en 2050 sería de 1,2 grados y el de las precipitaciones de un 1,8 por ciento en 2100.
El informe parte de los análisis realizados por entidades entre las que destaca la Network for Greening the Financial System (NGFS), que establece escenarios que oscilan entre las políticas actuales de descarbonización, una transición desordenada y fragmentada y una acción inmediata y ordenada que lograse alcanzar los objetivos de París, ha añadido el laboratorio de ideas.
Asimismo, ha apuntado que el estudio indica que España podría causar una caída de hasta 4,4 puntos del producto interior bruto (PIB) en 2050 si siguen la misma línea, que se quedaría en una reducción del 3,3 por ciento con la descarbonización desordenada y en el 1,5 por ciento en el caso de que se acometiera una transición ordenada.
En el caso de la inflación, podría agravarse en más de 3 puntos durante las próximas dos décadas si la transición energética se produce de forma desordenada y abrupta, lo que provocaría una subida de precios y un aumento del desempleo.
El cofundador de OIKOS, Toni Timoner, ha considerado que "la lucha contra el cambio climático sólo puede ser efectiva si es global a medio y largo plazo" y que, en el caso de España, aún queda camino por recorrer.
Y ha añadido: "A España le compensa económicamente más que a la mayoría del resto de socios europeos impulsar una transición energética ordenada e inmediata y acelerar los esfuerzos de adaptación climática".