Ecologistas en Acción ha denunciado este lunes que los castellanomanchegos volvieron a respirar aire "insalubre" en 2021, según los resultados del informe estatal de calidad del año relativo al año pasado.
En nota de prensa, la organización medioambiental ha señalado que, como ya ocurrió en 2020, la reducción de la movilidad por la crisis de la covid–19 ha provocado una mejora general "sin precedentes" de la calidad del aire, si bien ha apuntado que los dos millones de castellanomanchegos "han seguido respirando aire contaminado".
El informe estatal, ha precisado, analiza los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el país, de las que 29 están situadas en Castilla-La Mancha.
Entre sus principales conclusiones, además de la calidad del aire, Ecologistas ha resaltado que 650.000 personas (el 32 por ciento de la población de la región) viven en las dos zonas donde alguna estación de medición superó los límites legales de partículas PM10 y ozono, como son el norte de Toledo y la comarca de Puertollano (Ciudad Real).
Asimismo, ha recalcado que la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzó 20.000 kilómetros cuadrados, el 25 % del territorio.
De igual forma, el ozono es el contaminante que presentó un año más una mayor extensión y afección a la población, en las provincias de Guadalajara y Toledo procedente en buena medida de la Comunidad de Madrid.
En este sentido, la organización ecologista ha subrayado que los planes de mejora de la calidad del aire son "obligatorios" según la legislación vigente pero en muchos casos no existen, y ha lamentado que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sigue incumpliendo esta obligación.
También ha criticado que pese a que la Ley de Cambio Climático obliga a que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes cuenten con zonas de bajas emisiones antes de 2023, las ciudades de Castilla-La Mancha con estas características no están declarando estas zonas aunque cuentan con fondos públicos para su implantación.
