La Fundación de Caja Rural Castilla-La Mancha ha donado a Unicef un total de 2.000 euros para ayudar a solventar los efectos del terremoto de Ecuador, ocurrido el 16 de abril, y proporcionar apoyo a las instalaciones de agua, saneamiento e higiene en albergues y refugios, en los espacios amigos de la infancia y las escuelas temporales que está habilitando esta ONG en las zonas más afectadas.
Así se desprende del convenio de colaboración firmado entre el presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha y su Fundación, Andrés Gómez Mora, y la presidenta de Unicef en la región, Asunción Díaz del Río. Durante la firma también han estado presentes la directora de la Fundación Caja Rural, Ana López-Casero, y el director de la División de Relaciones Institucionales de la Caja, Miguel Ángel Escalante, según ha informado la entidad en nota de prensa.
De este modo, Gómez Mora ha afirmado que "es un placer firmar este acuerdo para proteger a la infancia", ya que "si algo estremece de verdad es todo aquello que afecta a los niños y a los adolescentes".
Además, ha calificado la labor de Unicef Castilla-La Mancha como "enriquecedora y eficaz" y ha manifestado su deseo de continuar colaborando con la organización "para este fin o cualquier otro".
Por su parte, Díaz del Río ha señalado que esta ayuda es "fundamental para salvar vidas". Además, ayuda "proteger a los niños del posible tráfico de personas, proteger a las mujeres embarazadas del tráfico de órganos, prostitución o adopciones ilegales; llevar vacunas de enfermedades como el sarampión; así como educación básica y protección, poniendo en marcha muchos puntos hospitalarios".
La colaboración entre la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha y Unicef Castilla-La Mancha se viene realizando desde 2008 para distintos proyectos de ayuda a los más desfavorecidos y a favor de la infancia.
