Más de la mitad de los españoles, un 55 por ciento, cree que existe un riesgo real de que se desencadene la III Guerra Mundial a raíz del conflicto en Ucrania, cinco puntos más que en marzo, según la última encuesta de actualidad del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Según el sondeo, difundido este martes, descienden el número de encuestados que opinan que no existe riesgo de un conflicto mundial, que pasa del 41,5 por ciento del pasado, al 36,5 por ciento de este mes.
En este contexto, un 45,3 por ciento considera que España debería aumentar el gasto militar frente a un 47 por ciento que cree que no se debería incrementar o que incluso debería disminuir, porcentajes similares a la encuesta anterior.
Eso sí, son mayoría clara, un 60 por ciento, los que piensan que la UE debería tener un ejército propio frente a un 31 por ciento que cree que no.
En cuanto al uso de armas de destrucción masiva en Ucrania, el 49,7 por ciento está convencido de que están siendo usadas por el Ejército ruso, 10,2 puntos más que en marzo, mientras caen los que opinan que Putin no las está empleando, al pasar de un 25,2 por ciento en marzo a un 21,9 por ciento en abril.
De forma paralela, siguen en cotas muy altas quienes piensan que Rusia está cometiendo crímenes de guerra y lesa humanidad, con un porcentaje del 90 por ciento, y también los que apuntan que el Ejército ruso está atacando deliberadamente a la población civil en Ucrania, que suman el 85,2 por ciento de los encuestados.
También los españoles son de la opinión que el Gobierno ruso "está produciendo imágenes o noticias falsas" para culpar al Ejército de Ucrania de los ataques a la población civil, puesto que un 76,8 por ciento coincide con esta idea, frente a solo un 5 por ciento que la rechaza.
Con esta opinión, no es extraño que un 88 por ciento de los españoles piense que Putin debería ser juzgado por un tribunal internacional por crímenes de guerra.
La acogida a los refugiados ucranianos en España es aplaudida mayoritariamente, y más del 90 por ciento la califica de bastante o muy positiva.
Entretanto, España sigue en el mismo quinto puesto en la relación de países mejor valorados por los ciudadanos en su papel por la guerra de Ucrania, que encabeza el propio Gobierno ucranio, con una media de 7,10 puntos (antes 7,06).
Le sigue Francia (5,92) y la Unión Europea (5,48), y por debajo se sitúan con notas muy similares Alemania (5,07), España (con un 5,06, que eleva ligeramente el anterior 5,02) y EE. UU. (5,03), quedando el Gobierno de Rusia en último lugar, con una puntuación de 1,5 sobre diez.
Sobre la repercusión que este conflicto pueda tener en España, son mayoría, un 57,1 por ciento, los que piensan que va a afectar al abastecimiento de alimentos y de otros productos de primera necesidad, y un 50,7 cree que, por ello, el Gobierno tendría que adoptar "medidas enérgicas".
Entre ellas, un 82,3 aprueba que se ponga un "tope" al precio de los carburantes, frente a un 8,6 que piensa que no habría que fijar un precio máximo.
Además del conflicto de Ucrania, el CIS ha preguntado en esta encuesta de actualidad por la reciente Semana Santa y por el cambio de hora.
La mayoría de los españoles, un 65,6 por ciento, acabaría con el cambio de hora que se realiza dos veces al año, y un porcentaje aún mayor -70,9- se quedaría solo con el de verano.
Sobre la Semana Santa, un 41,7 por ciento de los españoles no asiste nunca a procesiones religiosas, propias de esas fechas.
Un 70 por ciento de los encuestados respondió al CIS que no tenía intención alguna de salir de vacaciones esta pasada Semana Santa, y casi la mitad de los otros, los que sí lo hicieron, indicaron que se iban de su domicilio habitual para pasar unos días con la familia, y un 25 por ciento para descansar en la playa, el campo o la montaña.
¿Por qué muchos españoles se quedaron en casa en Semana Santa? Un 20 por ciento respondió que por motivos económicos y un 23 por ciento por motivos de trabajo.
A un 16 por ciento de los encuestados que se quedaban no tenían ganas de salir o un plan apetecible y solo un 7 por ciento alegó motivos sanitarios y miedo al contagio de la covid-19.
