El sindicato CSIF ha calificado de “decepcionante” el curso escolar 2021-2022, ha denunciado varias desigualdades en la educación pública de Castilla La Mancha y ha acusado a la Consejería de Educación de “abandonar” la escuela pública por “mantener plenamente activos los recortes implantados en 2011”.
Así se ha pronunciado este miércoles en rueda de prensa en Talavera de la Reina el responsable de Educación de CSIF Toledo, Enrique de la Rosa, que ha estado junto a la delegada Ada Ruiz y ha criticado que “la Administración se ha comprometido en varias ocasiones a mejorar las condiciones profesionales de los docentes y la calidad de la enseñanza pública, pero estamos cansados de promesas vacías”.
“No nos queda más remedio que suspender de nuevo la gestión de la Consejería de Educación en este curso”, ha dicho De la Rosa, quien ha señalado las movilizaciones llevadas a cabo por CSIF los días 28 de abril, 25 de mayo y 22 de junio y ha avanzado que volverá a salir a la calle en septiembre “si la Consejería no da marcha atrás a todos los recortes”.
En ese contexto, ha subrayado que “una escuela pública fuerte es sinónimo de integración, inclusión e igualdad de oportunidades” y ha dicho que es necesario bajar las ratios de alumnado, recuperar los apoyos en clases y volver a las 18 horas lectivas en ESO y Bachillerato y 23 en Primaria e Infantil.
También ha reivindicado el reconocimiento del verano para los interinos con cinco meses y medio trabajados o la reducción del horario para los docentes mayores de 55 años, entre otros puntos.
Los responsables del sindicato en Toledo se han referido al aumento de las situaciones de violencia en los centros y han precisado que “estamos constatando cómo se está perdiendo la autoridad de los docentes”.
“No sólo hablamos de las agresiones físicas, sino también de esa violencia llamada de baja intensidad: insultos, malos gestos, faltas de respeto o incluso amenazas, una situación que afecta a toda la región, y puedo decir que manera también muy particular a Toledo y Talavera y su comarca”, ha remarcado Enrique de la Rosa.
Ha exigido una campaña institucional con el fin de evitar el deterioro del clima de convivencia en los centros y que resalte la dignificación de la labor docente, así como el desarrollo de la Ley de Autoridad del Profesorado.
Por su parte, Ada Ruiz ha puesto de relieve que “el incremento de burocracia ha sido el gran problema que han sufrido y siguen padeciendo los docentes en este curso que ahora acaba” así como la adaptación de los currículos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato a la nueva ley educativa.
“Llevamos mucho tiempo denunciando esta situación, se está utilizando a los docentes para realizar diversos trabajos burocráticos, que son excesivos y abusivos, y que la Administración debería resolver de otra manera, el papeleo innecesario se ha agravado con motivo de la pandemia y ahora aún más con la nueva normativa”, ha dicho.
DERECHO DE CONCILIACIÓN
En otro orden, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Cuenca ha determinado que la Consejería de Educación no permitió la conciliación efectiva de la vida laboral y familiar de una docente que, tras dar a luz y disfrutar del periodo de lactancia, pidió disfrutar de sus vacaciones del año anterior a continuación de dicho periodo, pero la Administración no lo autorizó.
El sindicato CSIF, que ha facilitado la sentencia a los medios de comunicación, ha calificado en un comunicado de "increíble" que la Consejería "actúe de esta forma, vulnerando los derechos de una docente" ya que ha argumentado que "es la Consejería la que debería dar ejemplo y favorecer en todo momento la conciliación, y más cuando se habla de un recién nacido”.
En concreto, la docente no había podido hacer uso de su periodo vacacional en 2021 por encontrarse en situación de incapacidad temporal por embarazo desde mayo y posteriormente inició el periodo de licencia de maternidad por nacimiento de hijo y periodo de lactancia, ambos sin interrupción hasta el 3 de marzo.
La afectada solicitó el disfrute de sus vacaciones desde el 4 de marzo al 4 de abril, pero la Administración se lo denegó y, para ello, se amparó en una resolución de la Delegación Provincial de Educación de Cuenca, de 1 de febrero, que ciñe el periodo vacacional exclusivamente al mes de julio.
Así, la Consejería justificó que la docente debía disfrutar su mes de vacaciones en julio por disfunciones en la prestación del servicio, pero la sentencia ha considerado que “no concurren realmente razones de servicio que impongan necesariamente su disfrute en el mes de julio, pues lo cierto es que la actora no había comenzado el curso escolar 2021-2022, estando de licencia durante todo el periodo del mismo, siendo así que un mes más dentro de dicha dinámica no se considera que ocasione realmente una perturbación al servicio público al estar cubiertas las necesidades educativas".
La resolución judicial ha considerado "lógico" que se pretenda disfrutar las vacaciones a continuación de la lactancia “a fin de continuar cuidando al hijo nacido, estando a cargo de su progenitora el mayor tiempo posible dada su corta edad”.
