Empieza la caída de crías de vencejos en una época de declive: "Estamos tapando sus nidos"
Las crías de vencejos, un ave migratoria que se caracteriza por realizar todo su ciclo vital en el aire salvo su nidificación, han comenzado a caerse de los nidos con la llegada del calor, en un momento de declive para la especie por el descenso del número de huecos para nidificar.
En declaraciones a la Agencia EFE, la profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el campus de Toledo Itziar Rodríguez ha contado este 7 de junio, con motivo de la celebración del Día Mundial del Vencejo, que la semana pasada se produjeron las primeras caídas de pollos de los nidos, motivadas principalmente por el ascenso de las temperaturas.
El vencejo es un ave migratoria que pasa nueve meses del año en África, donde los ejemplares adultos se alimentan, duermen y se reproducen, y se trasladan a España y Europa del mes de abril hasta finales de agosto, donde se lleva a cabo la nidificación.
El «problema» de esta ave es que su fisiología está adaptada para vivir en el aire y no posarse nunca en el suelo, de forma que si sus crías se caen al suelo durante su tiempo en el nido, el pollo no va a ser recogido ni alimentado por sus padres y morirá en poco tiempo, lo que supone una pérdida significativa de individuos de la especie.
350 pollos de vencejo salvados en junio y julio de 2023
Por este motivo, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (CERI), la agrupación naturalista Esparvel y los agentes medioambientales del Gobierno de Castilla-La Mancha crearon en 2019 la Red de Vencejos de Toledo, una red ciudadana para recuperar el mayor número de crías posible de una especie que está declarada como vulnerable y en régimen de protección especial.
La Red cuenta actualmente con 100 voluntarios, que se encargan del cuidado y alimentación de las crías que caen del nido y son recogidas, por avisos del 112 y particulares, hasta que están listas para volar y ser liberadas, algo que suele ocurrir en cuatro o cinco semanas, ha indicado la profesora.
Rodríguez ha señalado que durante junio y julio de 2023 se rescataron del suelo unos 350 pollos de vencejo, de los cuales el 80 por ciento salió adelante y pudo volar en libertad.
"Cada año va en aumento y estamos viendo que la gente está más concienciada, llama más y lo reconocen mejor", ha apuntado.
"Estamos tapando esos huecos donde nidifican"
Sin embargo, aunque parece que la situación ha mejorado con la labor de estos voluntarios, la especie se encuentra en un momento de declive, motivado por la llegada del calor y la pérdida de lugares donde puedan nidificar.
Rodríguez ha explicado que se están destruyendo o tapando los huecos que usan las crías de vencejo, así como se están construyendo edificios con fachadas totalmente lisas, lo que provoca "la destrucción de muchas colonias que existen".
En este sentido, la profesora titular de la UCLM ha destacado que el vencejo es un plaguicida natural «beneficioso» para el ser humano porque controla todas las poblaciones de mosquitos «que tanto molestan en verano», por lo que ha apuntado: "Es otro motivo por el que hay que conservar la especie, porque son beneficiosos para nosotros".
Asimismo, ha subrayado que el uso de pesticidas es una amenaza para el vencejo, dado que provoca la desaparición de su principal base de alimentación, los insectos.