El AVE atropella a un pájaro cada 350 kilómetros, según un estudio

Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) revela el impacto de los trenes de alta velocidad sobre las aves, concretando que un AVE se cruza con pájaros en las proximidades de su frontal cada 14 kilómetros de recorrido, aproximadamente, y atropella a uno cada 350 kilómetros circulados.

El trabajo se ha realizado en la línea Madrid-Levante, donde se ha determinado que cada año pueden ser atropelladas unas 60 aves por kilómetro entre Madrid y Motilla del Palancar (Cuenca), y 26 aves por kilómetro en el tramo entre Motilla del Palancar y Albacete.

Los investigadores han justificado este trabajo apuntando que hasta el momento no se había analizado ni cuantificado científicamente el número de animales que se ven sorprendidos por los trenes.

En esa línea, han señalado que el desarrollo de líneas de alta velocidad, en sustitución al avión para reducir las emisiones de dióxido de carbono, plantea "retos ecológicos", pero también genera "efectos indeseados" en los miles de kilómetros de ferrocarriles en los que se circula a más de 250 kilómetros por hora.

Los resultados, que han sido publicados en la revista internacional "Frontiers in Ecology and Evolution", son fruto de la instalación de un sistema de vídeo en la cabina de las locomotoras durante más de 14.000 kilómetros de circulación a velocidades entre 250 y 300 kilómetros por hora.

Así se ha podido entender mejor los comportamientos que condicionan el atropello, dice una nota del autor del estudio e investigador de la UAM, Sinc Juan Malo, quien ha contado con la colaboración de Renfe en este proyecto LIFE+ Impacto Cero de la Unión Europea.

Según el trabajo, alrededor de un tercio de los cruces de la vía ocurren por debajo de la catenaria, lo que corresponde a aves que se arriesgan a ser atropelladas.

Además, más del 25 por ciento de los cruces de aves frente al tren tienen como protagonistas a pájaros que se encontraban posados en el suelo, las vías o los cables de la propia infraestructura momentos antes del paso del tren, han añadido.

El registro de vídeo también ha permitido comprobar que las aves reaccionan generalmente a una distancia del tren de 60 a 136 metros, por lo que su alta velocidad les deja poco tiempo para escapar.

Para reducir el atropello de aves, el equipo de investigación propone estudiar procedimientos para que las aves no usen elementos de la infraestructura y, en segundo lugar, que se establezcan sistemas que disminuyan la frecuencia con la que los animales vuelan a través del área de riesgo por la que circulan los trenes.

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