La Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores y Actividades afines al sector cinegético (Atica) ha asegurado que el nuevo proyecto de ley de caza de Castilla-La Mancha no cuenta con el consenso de esta asociación.
El presidente de Atica de Castilla-La Mancha, Juan Caballero, ha asegurado que, al contrario de lo que manifestó el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en el pleno de las Cortes, no puede afirmarse que la ley haya sido consensuada, cuando la Consejería "no se ha dignado" a enviarle el proyecto de ley tras su redacción definitiva.
Caballero ha indicado que esta organización, junto con Aproca, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y las organizaciones ecologistas han venido colaborando en su elaboración, si bien el texto final que habría resultado de este trabajo no ha sido reenviado a estas organizaciones.
Para Atica, es "indignante" que Martínez Arroyo haya dicho estar "muy orgulloso" del proyecto de ley de caza que su departamento ha elaborado de forma consensuada con el sector, cuando en realidad "no es así".
Caballero ha explicado que el sector cinegético desconoce hasta qué punto el texto que el consejero ha anunciado que se aprobará este mes de julio recoge las alegaciones que presentaron al borrador del texto y que afectaban a más de una treintena artículos.
En este sentido, ha recordado que tras las reuniones previas y la presentación de las alegaciones, la consejería no ha vuelto a convocar ninguna reunión más y ni ha dado a conocer el texto final de la ley.
Ante esta situación, Caballero ha señalado que van a pedir a la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural que no lleven al Consejo de Gobierno la aprobación de la citada ley mientras no cuente con "algún consenso" de las partes.
Además, ha señalado que "no hay motivo para que el Gobierno regional tenga ahora prisa en llevar al Consejo de Gobierno la modificación de esta ley, sin antes ver el texto final que ha elaborado la Consejería.
Ha insisto que en todo este tiempo Atica ha venido manteniendo que existían diez razones claras para rechazar la modificación de la ley de caza y no saben si estas razones aún se mantienen en el texto final.
Entre estas razones, ha recordado que la nueva ley eleva los terrenos de propiedad privada que se constituyen como cinegéticos en terrenos donde cualquier sector social puede cohabitar en él, alentando su ocupación y transgrediendo el derecho básico de la propiedad privada.
Además, eliminaba la posibilidad por parte de la Administración de fomentar y ayudar al sector cinegético, elevaba la carga administrativa de forma insostenible para las posibilidades de los servicios de caza y para los responsables de los cotos e incrementaba los trámites que podían hacer inviable la gestión de los cotos y el mantenimiento de terrenos cinegéticos.
El texto inicial sobre el que se presentaron alegaciones, ha recordado Caballero, también fomentaba la permanencia de animales asilvestrados de procedencia doméstica, que tantos daños provocan sobre las cinegéticas, al no contemplar su abatimiento y ampliaba numerosas prohibiciones que afectan a la gestión y el ejercicio de la caza.
Junto a estas razones, el texto no gustaba a los propietarios cinegéticos por penalizar sin ninguna justificación a los cotos de caza, al obligarles a tener una mayor superficie dedicada a área de reserva, sin retrotraer el derecho de adscripción de las vías pecuarias.
Además, agravaba e impedía la instalación de cerramientos cinegéticos y eleva las infracciones y el poder sancionador hacia la gestión y el ejercicio cinegético y despenaliza los perjuicios ocasionados por terceros.