El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha abogado por acometer un cambio en el modelo de sistema sanitario, en el que se primen los resultados cualitativos, y en el que se "blinden" aspectos como la universalidad, la gratuidad y la dotación de una amplia cartera de servicios.
Fernández Sanz ha defendido este cambio de modelo en la inauguración de la Jornada Internacional de Atención Integrada 'Transformando los Servicios de Salud' que se ha celebrado esta semana en Toledo, según ha informado en una nota de prensa la Consejería de Sanidad.
El titular del departamento plantea un modelo sanitario en el que se apueste por el uso de las tecnologías, la gestión del conocimiento, la innovación en la estructura organizativa, el cambio de rol de los profesionales y por nuevos programas sanitarios y nuevos modelos de provisión, relacionados exclusivamente con la prevención.
Y ha subrayado que en ese cambio de modelo para la próxima década se deben de "blindar" varios aspectos del actual sistema, como son la universalidad, la gratuidad y la amplia cartera de servicios.
"Debemos trabajar para que en ese cambio se mantengan vivos y fuertes los lazos que nos han hecho llegar hasta aquí con un sistema que es universal, gratuito y que tiene una buena cartera de servicios", ha afirmado Fernández Sanz, que ha considerado que "además de la cobertura, se deben mejorar los resultados en salud, poniendo el foco en la calidad más que en la cantidad".
En el caso de Castilla-La Mancha, el nuevo modelo de sistema sanitario debe de responder "a cuatro retos importantes, según Fernández Sanz, dos que son comunes al conjunto del país y de Europa, como son el envejecimiento y la cronicidad, y otros dos que posiblemente no se den en otras comunidades autónomas, como la dispersión geográfica y la despoblación.
Asimismo, ha señalado que: "Tenemos que incorporar a estas características y a nuestro cambio el uso de las tecnologías, la gestión del conocimiento que tenemos acumulado, innovar en la estructura organizativa para una demanda cambiante, y cambiar el rol de los profesionales, además de hacer nuevos programas sanitarios y nuevos modelos de provisión, ambos exclusivamente relacionados con la prevención".
También se ha referido a la importancia de incorporar a ese cambio de modelo nuevos actores, no todos ellos sanitarios, que tienen que ver mucho con las familias y con el entorno social en el que se mueve el paciente al que se le diagnostica.
De igual manera, hay que incorporar nuevas infraestructuras, "ya que no toda la actividad sanitaria se va a desarrollar en un hospital o en un centro de salud, sino que también se puede realizar en un aula donde se hable de educación para la salud", ha apuntado.
Otros agentes que deben incorporarse "a la gestión del día a día" son los profesionales sanitarios y no sanitarios, "y sobre todo, los pacientes que tienen que tomar decisiones en cuanto a lo que les pasa", ha opinado el titular de Sanidad.
En este contexto, ha explicado que Castilla-La Mancha trabaja ya en el diseño de tres herramientas con las que se debe encaminar ese cambio de modelo, el Plan de Salud 2018-2025 en el que están trabajando más de 200 personas y que verá la luz este año; la atención integrada como modelo "y una agencia de evaluación e información que ofrezca resultados veraces y transparentes al servicio de los profesionales y de los ciudadanos".
