Nace la Asociación 'Mirada felina' de Castilla-La Mancha, con sede en Magán

La asociación se constituyó el 26 de septiembre de 2019, si bien se ha formalizado la junta directiva el pasado 21 de febrero de 2021 con la celebración de su primera Asamblea General de socios
Nace la Asociación 'Mirada felina' de Castilla-La Mancha, con sede en Magán
photo_camera Nace la Asociación 'Mirada felina' de Castilla-La Mancha, con sede en Magán

Un colectivo de personas de La Sagra toledana, en la provincia de Toledo, ha creado y constituido de manera oficial la Asociación 'Mirada felina' de Castilla-La Mancha con el objetivo de lograr la gestión de colinas de gatos.

Según ha informado la nueva entidad en un comunicado, la asociación se constituyó el 26 de septiembre de 2019, si bien se ha formalizado la junta directiva el pasado 21 de febrero de 2021 con la celebración de su primera Asamblea General de socios.

El órgano de dirección está dirigido por Beatriz Rejas, acompañada por Sara Sánchez como vicepresidenta, Sarah Rojas como secretaria y Carmen María Strat y María Jesús Bueno como responsables de la tesorería y vocalía, respectivamente.

La Asamblea de socios, celebrada de forma telemática debido a la pandemia de la covid-19, ha acordado ubicar el domicilio social de la asociación en la localidad de Magán, por cercanía de ubicación de la primera etapa del trabajo comunitario establecida en la Mancomunidad de La Sagra Baja.

La presidenta de 'Mirada felina', Beatriz Rojas, ha explicado que el objetivo es "lograr la gestión ética de las colonias felinas de la zona", así como facilitar la convivencia entre gatos y habitantes del pueblo, y la mejora del impacto medioambiental que conlleva en toda la región, ya que el ámbito de actuación de la asociación es regional.

Además, ha resaltado que la asociación se centrará en la sensibilización hacia la figura del "gato feral" (los que carecen de contacto humano desde su nacimiento) que está, a su juicio, "denostada" y evitar el maltrato de estos animales.

También pretende promover la adopción responsable de los gatos que no sean ferales y evitar, en la medida de lo posible, los abandonos que les traumatizan y que les condenan a morir en muchos casos.

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