El Alcázar de Toledo acoge desde este jueves un nido artificial con seis pollos de halcón peregrino, con el que se inicia un proyecto de cría en cautividad y reintroducción del halcón peregrino cuyo principal objetivo es el establecimiento de parejas reproductoras en edificios históricos de Toledo.
El proyecto lo ha puesto en marcha la Dirección Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Toledo, dado que el halcón peregrino (Falco peregrinus) es una especie incluida en el catálogo regional de especies amenazadas de Castilla-La Mancha, en la categoría de "vulnerable", informa la Junta.
Eso significa que si no son corregidos los factores adversos que actúan sobre ella, corre el riesgo de pasar a otras categorías de protección, como en peligro de extinción, ha manifestado el delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás.
Ha explicado que este proyecto tiene como objetivo incrementar la población de halcón peregrino en la provincia de Toledo, que se encuentra muy mermada en comparación con las ocupaciones históricas que abarcaban prácticamente la totalidad del Valle del Tajo.
Nicolaás ha dicho que con el establecimiento de parejas reproductoras en edificios históricos de Toledo se "contribuirá también a reducir las poblaciones de paloma torrera que tan importantes perjuicios causan al patrimonio histórico de la ciudad".
En este sentido, ha agradecido a los responsables del Museo del Ejército su colaboración y su autorización para sacar adelante este proyecto, al permitir la instalación en sus dependencias de las jaulas y plataformas necesarias.
Ha indicado que están también en conversaciones con el Arzobispado para que a este proyecto se pueda incorporar también la Catedral de Toledo el próximo año.
Este proyecto, que está diseñado para que se desarrolle en tres años, es una novedad en la capital toledana, aunque ya existen actuaciones similares y que están dando buenos frutos en otros lugares como en la Catedral de Bruselas, que lleva funcionando desde 2004, o en el edificio Torre Europa, en Madrid.
El proyecto se ha iniciado hoy con la reintroducción de cinco halcones (4 pollos y un adulto) procedentes del Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara en el nido instalado en el Alcázar de Toledo.
En el CERI se realizan los trabajos previos necesarios para la preparación, obtención y fertilización de huevos, así como la cría de los pollos hasta la edad en que son trasladados a las jaulas de cría, en los edificios seleccionados.
Estos pollos, una vez ubicados en el edificio, tienen un marcaje GPS de forma que se puedan conocer sus movimientos y, en su caso, causas de mortalidad, y también se han instalado varias cámaras IP conectadas a una página web, con visión en tiempo real de la cría.
A los seis pollos que se van a reintroducir este año en el Alcázar está previsto sumar otros diez pollos en 2017 y otros diez más en 2018.
Según han explicado técnicos de la Dirección Provincial, la mortalidad natural de las crías de halcón peregrino está alrededor del 60 %, por lo que es necesario que se libere un buen número de individuos para lograr que se establezcan varias parejas.
