El Gobierno invertirá 8.000 millones hasta 2027 en mejorar las cuencas hidrográficas

El MITECO calcula que habrá que reducir el uso del agua en un 5% en 2030 y en un 15% hasta 2050
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado los borradores de los planes hidrológicos de cuenca de nueve demarcaciones intercomunitarias
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La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado que la Dirección General del Agua, las Confederaciones Hidrográficas y las Sociedades Estatales invertirán 8.000 millones de euros en los próximos seis años, un "esfuerzo" inversor que permitirá marcar un "antes y un después en la gobernanza del agua" en España.

Durante el acto de presentación de los borradores de los planes hidrológicos de cuenca de nueve demarcaciones intercomunitarias que se ponen este lunes en información pública, la ministra ha explicado que los planes de medidas del tercer ciclo de planificación 2022-2027 darán respuesta a algunos de los problemas "más importantes de cada demarcación".

Así, ha explicado que dar solución a los problemas "comunes" a todas las cuencas pasan por la necesidad de contar con una "buena" estrategia de adaptación al cambio climático, que es un "reto que marca toda la gestión" asociada a los recursos hídricos.

Ribera ha subrayado que los planes hidrológicos "no pueden seguir avalando prácticas del pasado" que han llevado a la sobreexplotación de los acuíferos, la contaminación de las masas de agua y el deterioro de los ríos.

"Los nuevos planes van a ser un pilar fundamental en una pieza clave de un marco (el del cambio climático) que no será ya nunca como antes", considera la ministra que ha insistido en que los nuevos planes de cuenca impedirán las "consecuencias más injustas con los más vulnerables" ante el cambio climático.

Con esos 8.000 millones de euros la vicepresidenta ha precisado que se impulsará el saneamiento y la depuración en el tratamiento de las aguas residuales urbanas, "la gran asignatura pendiente", y se luchará contra la contaminación difusa que, según considera, es "uno de los elementos que más alarma y que más rápidamente estamos sintiendo en la población".

"Nuestro país ya está experimentando serias alteraciones del régimen hídrico y las previsiones a medio y largo plazo alertan de una reducción de la disponibilidad de agua, del aumento de las superficies áridas o semiáridas y de una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos extremos", ha manifestado.

Además, ha anunciado que el Gobierno trabaja en un proyecto de Real Decreto para poner freno a la contaminación difusa que compromete el buen estado de las aguas a consecuencia de antibióticos, nitratos o microplásticos.

Ribera ha apelado a la necesidad de recuperar ambientalmente no solo el agua sino el espacio fluvial y de ese modo reducir el espacio de inundaciones a través de acciones orientadas a las soluciones basadas en la naturaleza para frenar las inundaciones.

Para ello, la ministra ha dicho que es preciso incorporar a los planes las mejoras introducidas en el plan de riesgo de inundación que el Gobierno quiere "aprobar antes de final de año". A ese respecto, ha dicho que tendrán en cuenta las actuaciones compatibles con el buen estado de los ríos, la mejora de la seguridad hídrica con la adecuación de las infraestructuras hídricas pero también la garantía del suministro.

Así, ha recordado que el pasado mes de abril el Ejecutivo aprobó un Real Decreto para mejorar la seguridad de presas y embalses pero para garantizar el suministro ha dicho que se dará "mayor protagonismo" a la desalación y la reutilización "como fórmulas en las zonas con mayor estrés hídrico para equilibrar la oferta con las demandas". Asimismo, ha apuntado que el tercer ciclo incluye un Plan de Acción sobre Aguas Subterráneas que incluye la reducción de los volúmenes a extraer.

Pero ha admitido que estas actuaciones son "incompatibles" si no se invierte en los Presupuestos Generales del Estado, por lo que ha indicado que en los próximos tres años se invertirán 1.700 millones a tres prioridades: saneamiento, depuración, reutilización y seguridad de las infraestructuras (650 millones); restauración de los ecosistemas fluviales, la recuperación de acuíferos y la mitigación del riesgo de inundaciones (800 millones); así como a transición digital en la gestión del agua (250 millones).

"Aprovechamos así el impulso del paquete europeo para hacer ese esfuerzo sin precedentes para lograr los cambios necesarios en todas las administraciones públicas, expertos y regantes".

Ribera opina que esta planificación forma parte de la transición ha un cambio "importante" en la relación que los ciudadanos tienen con el agua en España y ha recordado la necesidad de cumplir con las directivas europeas pero además responder a los "grandes desafíos" que plantea el cambio climático en la cuestión del agua.

"El tercer ciclo de planificación 2022-2027 llega en un momento particularmente importante. Nos encontramos ante el desafío de marcar las nuevas pautas del agua en un país en el que el agua es capital y determinante, pero también un elemento de riesgo que puede incrementar los efectos nocivos del cambio climático en nuestro bienestar, el de las actividades económica o permitirnos tener una buena preparación y capacidad anticipada de como hacer frente a una nueva realidad a la que nos enfrentamos", ha manifestado.

En este contexto, ha recordado que con la nueva planificación se pretende "corregir prácticas" que en el pasado han conducido a la sobreexplotación de acuíferos, a la contaminación de las masas de agua o al deterioro de los ríos.

"Queremos romper con esos malos hábitos y gestionar con éxito este tercer ciclo del agua. Por eso no solo es importante conocer el volumen de agua disponible en cada demarcación sino como priorizar sus usos y como prepararnos para escenarios muy diferentes", ha apostillado.

A su juicio, resulta "imprescindible cumplir de una vez por todas" con esta obligación que marcaba hace más de 20 años la Directiva Marco del Agua, sobre la necesidad de contar con caudales ecológicos que aseguren la protección de las aguas y sus ecosistemas"; reducir las presiones a las masas de agua y mejorar los sistemas de depuración que son "la gran asignatura pendiente", así como fomentar el ahorro y la reutilización para atender a las demandas.

No obstante, ha calculado que en grandes cifras, de acuerdo con la variabilidad geográfico, la reducción de la disponibilidad de agua en los distintos usos aconseja reducir el uso del agua en un 5 por ciento para 2030 y un 15 por ciento en 2050.

Por último, en la apertura del periodo de información pública del tercer ciclo de planificación hidrológica, la vicepresidenta ha animado a participar en su elaboración para que estos salgan adelante "con el mayor consenso".

CONTENIDO DE LOS PLANES

Durante la presentación de los planes de cuenca este lunes, se han destacado los avances en la determinación de las necesidades hídricas de lagos y humedales. Por ejemplo, de los 54 casos considerados en los planes de segundo ciclo, han pasado en esta tercera fase a 123. Igualmente se ha pasado de analizar 170 masas de agua en el segundo periodo de planificación a 405 en los borradores de los planes de cuenca del tercer ciclo (2022-2027).

Por otro lado, los planes establecen objetivos de protección de hábitats y especies (Red Natura 2000) y de lucha contra las especies invasoras, y promueven la figura de las Reservas Hidrológicas, con una propuesta de inclusión de nuevas reservas naturales fluviales, y también reservas lacustres y subterráneas y propone soluciones a enclaves de alto valor ecológico como el Delta del Ebro, el Mar Menor, Doñana, los humedales de La Mancha o La Albufera.

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