Las acusaciones mantienen su petición de prisión permanente para Ana Julia que pide perdón

El abogado de la familia insiste en que "actúo con ensañamiento"
La Guardia Civil piensa que Ana Julia Quezada quería cobrar la recompensa por Gabriel
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La Fiscalía y la acusación particular han mantenido su petición de prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada, mientras que su defensa ha introducido las atenuantes de confesión, de arrebato y de actuar bajo la influencia de drogas y sostiene que cometió homicidio por imprudencia grave (3 años) o, subsidiariamente, homicidio doloso, castigado con 15 años de cárcel.

La séptima sesión de la vista oral contra Quezada, autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, ha concluido este martes después de que Fiscalía, acusación particular y defensa hayan elevado sus conclusiones definitivas.

La defensa ha modificado su petición de prisión para el caso de que sea declarada culpable de un homicidio doloso, elevando la prisión de 10 a 15 años, debido a que la víctima es un menor de edad.

En intervenciones de aproximadamente una hora, cada una de las partes personadas han defendido ante el jurado popular que juzga a Quezada los argumentos y pruebas por los que debe ser condenada.

Durante su exposición, la fiscal Elena María Fernández y el abogado de los padres de Gabriel, Francisco Torres, han discrepado en sus relatos de cómo murió el pequeño el 27 de febrero de 2018.

El ministerio público sostiene que Gabriel falleció en un "acto único inmediato, en una secuencia única sin interrupciones" asfixiado por Quezada, y que actuó cuando el niño estaba "confiado, inocente, totalmente ajeno a la intencionalidad de Ana Julia, una persona de la que no se podía esperar ningún ataque, integrada en el entorno familiar".

Ha insistido en que no hubo "varias secuencias" como argumenta la acusación, ni una agonía de 45 o 60 minutos, recalcando que no se puede probar el ensañamiento.

Sí que ha destacado que Gabriel "representaba un obstáculo" para la acusada, que asesinó al niño "primero para eliminar el vínculo afectivo entre el padre y el hijo, que incomodaba a sus planes de relación personal", y sobre todo para "eliminar ese vínculo afectivo tan intenso que existía entre los padres, cuya prioridad era el interés de este niño, con dedicación y atención".

El abogado de los padres, Francisco Torres, ha insistido en el presunto ensañamiento de la acusada y que dejó agonizar al niño durante al menos 45 minutos antes de la asfixia.

Por estos hechos reclama prisión permanente revisable por asesinato, además tres años de cárcel por un delito de lesiones psíquicas a Patricia Ramírez, cinco años más por un delito de lesiones psíquicas a Ángel Cruz, y sendas penas de dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral.

Según Torres, Quezada se aseguró de que ningún familiar pudiera ir al "paraje desértico, apartado de todo" en el que estaba la finca en la que mató a Gabriel y que fomentó una coartada con otros miembros de la familia dentro de su "macabro plan".

Así, dice que el 27 de febrero del año pasado, tras descargar las herramientas que iba a usar más tarde, de forma "inesperada" golpeó por la espalda al niño y lo dejó "agonizar", sin posibilidad de defenderse, sobre todo por la confianza que tenía hacia ella al ser la pareja de su padre.

Por su parte, el letrado de Quezada, Esteban Hernández Thiel, considera que todo fue improvisado.

En su nuevo escrito considera que concurren las atenuantes de confesión, de arrebato en el caso del homicidio y la incompleta de haber actuado bajo la influencia de drogas si fuese declarada culpable de los dos delitos de lesiones psíquicas por los que la acusa la Fiscalía.

Considera además que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave por el que pide tres años de cárcel, o subsidiariamente de homicidio doloso, por el que solicita 15 años de prisión.

En el ejercicio de derecho a la última palabra, Quezada ha pedido perdón a los familiares de Gabriel. "Quiero pedirle perdón también a mi hija y a toda mi familia, a todo el mundo al que haya podido sentirse mal por lo que yo hice. En general a toda España y espero que Dios me perdone", ha concluido entre llantos. 

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