El presidente de la Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM) de Castilla-La Mancha, Braulio Carlés, y el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José García Molina, han coincidido en pedir que se destierre el estereotipo de que "el inmigrante, el refugiado sea un terrorista".
En atención a los periodistas, Carlés y García Molina han incidido en la importancia de "sensibilizar"a la sociedad española y castellano-manchega para "ser más generosa y solidaria" con los inmigrantes y los refugiados que piden asilo al huir de las guerras y conflictos por ser perseguidos y, también, por el hambre.
"Cuando viene una persona del mundo islámico, de Siria, Irak, Argelia, hay quien puede pensar que hay un terrorista en potencia, y no hay disparate más gordo que podamos decir eso y no hay daño más grande que podamos hacer con respecto a la población inmigrante que viene buscando protección internacional", ha argumentado Carlés.
El presidente de ACCEM ha asegurado que la solicitud de asilo se deriva de la huida de un conflicto bélico y "por el hambre" en el caso de los refugiados porque "todos buscamos el vivir con dignidad y, por desgracia, en esos países no existe y lo gente lo está pasando muy mal".
"Es verdad que existe el yihadismo islamista y terrorista, pero también que el inmigrante, el refugiado viene huyendo de situaciones difíciles y hay que desterrar esos estereotipos, esa información sesgada, parcial, errónea, de que son terroristas con las que podemos hacer mucho daño", ha incidido Carlés.
Por ello, ha pedido "sensibilidad" a toda la ciudadanía "para trabajar por la integración" de inmigrantes y refugiados que "buscan protección internacional" porque, ha aclarado, "de lo contrario también nosotros podemos cometer un error si pensamos que es un terrorista".
En esta línea, ha pedido a la sociedad castellano-manchega que "siga acogiendo refugiados, inmigrantes, porque no podemos dormir tranquilos si pensamos que, en un mundo tan globalizado, hay gente que lo está pasando mal, son perseguidos o se mueren de hambre".
Una idea que ha reiterado José García Molina para que se les ayude a "construir un vida digna, acorde a los parámetros y valores que tenemos en nuestro país y comunidad, justamente para evitar que puedan derivar hacia radicalizaciones que en última instancia puedan derivar en cuestiones de terrorismo".
El vicepresidente segundo ha reconocido que "no hay percepción de alarma, en líneas generales" por terrorismo en la región "y podemos estar tranquilos, pero cuando se habla de prevención siempre tenemos que anticiparnos a lo que está por llegar" y, además, "hay que trabajar muy fuerte para romper la identificación, que no beneficia a nadie, entre refugiados y terroristas".
"La mayoría de refugiados que llegan a nuestro país y comunidad vienen huyendo de esas guerras, del terrorismo, y hacemos un flaco favor cuando tiramos de estereotipos", según García Molina, que ha pedido "contribuir entre todos a la cooperación, crear una sociedad más solidaria, segura y genera más oportunidades para todos, los nacidos aquí y los que quieren vivir en nuestra comunidad".
