La mitad de los enfermos por un glaucoma en CLM no saben que lo padecen

El glaucoma no avisa pese a ser la principal causa de ceguera no reversible
photo_camera El glaucoma no avisa pese a ser la principal causa de ceguera no reversible

La mitad de los enfermos por un glaucoma, lo que supone unas 23.000 personas en Castilla La Mancha, no saben que padecen de la enfermedad y esto ocurre porque no se someten a las revisiones estipuladas por el médico especialista.

Coincidiendo con la semana mundial del glaucoma, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) ha incidido en una nota de prensa en los riesgos que supone no seguir los tratamientos.

Aproximadamente el 30 por ciento de los diagnósticos de glaucoma empeoran, y en algunos casos terminan en ceguera, porque el paciente no sigue el tratamiento correctamente, un dato que afecta a más de 150.000 españoles y, en su caso, unos 13.475 castellanomanchegos.

El glaucoma es una enfermedad ocular degenerativa que se caracteriza por la pérdida de visión periférica y, en algunos casos, también central, debido al daño progresivo que se produce en el nervio óptico.

En la actualidad, es la segunda causa más habitual de ceguera evitable y en Castilla La Mancha afecta a casi 45.000 personas.

La AGAF ha destacado la importancia del diagnóstico precoz pero también ha advertido de la necesidad de que los pacientes sean constantes con el tratamiento estipulado por su médico oftalmólogo y se sometan a las diversas revisiones periódicas.

Así, la presidenta de AGAF, Delfina Balonga, ha indicado en el comunicado que en los tratamientos para el glaucoma el paciente no nota mejoría a corto plazo ni tampoco recupera su capacidad visual, por lo que es preciso que los médicos incidan en que los colirios y medicamentos que utilizan los afectados tienen como fin frenar su carácter degenerativo.

Al tratarse de una enfermedad degenerativa, una detección temprana es clave para proteger la visión del daño que produce el glaucoma, por lo que AGAF ha señalado la importancia de realizarse una exploración oftalmológica una vez al año a partir de los 45 años.

El diagnóstico a tiempo del glaucoma podría evitar la ceguera en el 95 por ciento de los casos y, para ello, sólo hay que realizarse un estudio que mide la tensión ocular y un examen del nervio óptico, dos pruebas indoloras y ágiles.

El riesgo de padecer esta enfermedad se dispara a partir de los 60 años aunque existen otros factores que pueden provocar su aparición tales como diabetes, presión intraocular alta, antecedentes familiares de glaucoma, miopía elevada (más de 5 dioptrías), hipertensión arterial o estar medicado con corticoides.

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