Hiendelencina recuerda su pasado minero con varias nuevas rutas turísticas

De este modo, el Consistorio de Hiendelaencina ha resaltado su apuesta por la oferta turística al aire libre
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El municipio de Hiendelaencina (Guadalajara) ha reforzado su oferta cultural y de actividades al aire libre con la inauguración de varias rutas turísticas que recorren y explican sus vestigios mineros más importantes.

Se trata de la ruta de los miradores que en dos itinerarios con paradas en los cinco Puntos-Miradores más representativos ayudan a interpretar el territorio y la actividad de la minería, tal y como ha informado el Ayuntamiento en un comunicado de prensa, en el que ha añadido que también se ha puesto en marcha una ruta urbana que muestra la evolución de la arquitectura del municipio antes y después del descubrimiento de las minas de plata.

De este modo, el Consistorio de Hiendelaencina ha resaltado su apuesta por la oferta turística al aire libre.

"Es una nueva oferta turística que la gente puede hacer sola, no hace falta guía, hay folletos con el recorrido, con información y en los atriles está toda la información, con mapas y fotos antiguas y modernas. Estamos muy contentos con el resultado que hemos conseguido y esperamos que la gente disfrute con estas rutas", ha asegurado la teniente alcalde del municipio, Isabelle Bancheraud.

Dentro del pueblo, la Ruta Urbana, un itinerario circular empieza en el Centro de Interpretación País de la Plata, recorre la historia desde el emplazamiento de los primitivos asentamientos del siglo XI y XIII, con construcciones de piedra y cubierta de pizarra, pasando por las casas del pueblo antiguo entre de los siglos XIV y XIX, hasta que se descubrió la primera mina de plata en 1844.

A partir, de ahí, la ruta muestra la modificación del urbanismo pasando de la arquitectura negra tradicional a un ensanche más moderno, más racional, más cómodo, para los habitantes.

En la Ruta de los Miradores, a través de dos itinerarios con paradas en los cinco Puntos-Miradores más representativos, la gente puede interpretar tanto el territorio como la actividad minera.

Desde estos puntos se pueden observar algunos de los vestigios mineros más representativos como son las minas Santa Teresa, La Fuerza o La Mala Noche, estas dos últimas con los mejores ejemplares arquitectónicos de bariteles y malacates, un sistema accionado por mulas que, como una noria, permitía subir y bajar material, personas, agua o lo que fuera preciso en forma de rudimentario ascensor.

Los itinerarios son cortos, de un máximo de 2,68 kilómetros de acceso fácil, baja dificultad y están señalizados con balizas de madera.

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