El artesano Teodoro Escarpa (1947), el 'Geppetto' y marionetista de Valdegrudas

El artesano Teodoro Escarpa, el 'Geppetto' y marionetista de Valdegrudas (Guadalajara) - EFE/Beatriz Retuerta
A punto de cumplir los 78 años, Teodoro Escarpa, una institución en el mundo de los títeres en España país y conocido más allá de las fronteras nacionales, vive tranquilo en la casa donde nació en Valdegrudas, un pequeño pueblo de apenas medio centenar de habitantes censados

Teodoro Escarpa (Valdegrudas, 1947), conocido como 'El Gepetto de Valdegrudas' es una ‘rara avis’ que ha hecho del mundo de la marioneta su vida.

A punto de cumplir los 78 años, Teodoro Escarpa, una institución en el mundo de los títeres en España país y conocido más allá de las fronteras nacionales, vive tranquilo en la casa donde nació en Valdegrudas, un pequeño pueblo de apenas medio centenar de habitantes censados.

“Me preguntan si no me aburro y cómo me voy a aburrir si en mi cabeza tengo marionetas y libros para leer, y doy la vuelta al mundo con ellos. Estoy ocupado solo con las marionetas”, afirma en declaraciones a EFE este artesano y artista que vive rodeado de sus marionetas en una 'casa museo' dedicadas a ellas.

Este artesano ha hecho casi cien marionetas, desde el 'payaso Trombón', el hombre forzudo o de cabaret, enumera señalando a todas ellas que guarda con cariño junto a patrones, moldes para crearlos y otras herramientas del taller de su padre, zapatero en el municipio y de toda la comarca, oficio que él también aprendió.

"Cuando tenía 15 años hubo una desbandad de la gente de los pueblos a la ciudad y entonces hubo que cambiar de idea porque no había trabajo y me fui a Barcelona, donde aprendí ajuste y matricería" recuerda Teodoro Escarpa, que reconoce que no le gustaba, por lo que se buscó "la vida por otro lado".

Escarpa, gracias a lo aprendido con su padre, sabía trabajar el cuero y por ello se dedicó a ser guarnicionero y a vender sus trabajos por la calle.

Aprendió en oficio en Barcelona

“Entonces en Las Ramblas de Barcelona y el Barrio Gótico habría un movimiento muy fuerte en las calles y salían muchos grupos a trabajar a la calle y en eso que contacté con uno que se llamaba el Taller de Marionetas y que dirigía uno que era de Albacete, Pepe Otal”, con quien aprendió el oficio, rememora Escarpa.

 Con Otal y el resto de integrantes del Taller de Marionetas comenzó a recorrer numerosos puntos de España y también Francia, donde participaron en el Festival Mundial de Marionetas de Charleville. Cuatro años después creó con otros compañeros 'La Universal' y poco después empezó a trabajar ya solo como 'Cuarta Vía'.

“Fui a un congreso en Berlín que lo llamaban el 'congreso del cuarto mundo' que es como llamaban a la gente que trabaja en las calles y por eso me puse ese nombre”, explica Escarpa, que se define como titirero o marionetista.

“Luego derivó en titiritero y hasta Serrat les canta. A mí no me molesta que me lo llamen, aunque se ha usado en ocasiones de forma bastante despectiva, pero esos que le dan ese uso no saben que Lorca y Falla hacían obras que estrenaba para títeres”, reivindica Escarpa.

Teo Escarpa no es un titiritero al uso, él maneja, pero también construye sus marionetas, algo no frecuente pero que él considera importante en este oficio.

“En las marionetas es muy importante construirtelas tú, porque así vas haciendo la marioneta y la percha para manejarla como tú quieres. Se maneja con los dedos y lo tienes que adaptar a quien la maneja, a sus dedos y también a su altura. Si tú vas creando la marioneta, ya tienes un concepto más grande de su movilidad porque en el fondo las marionetas es un sistema de palancas y como dijo Arquímedes: ‘Dame una palanca y podré mover el mundo’”, cita Escarpa.

Miembro de la Unión Internacional de Marionetas (Unima), reconocido y homenajeado por sus compañeros en España y Castilla-La Mancha, Teo recorrió durante varias décadas Europa y parte de América con sus marionetas, que son su familia y que le siguen acompañado en su casa de Valdegrudas, donde sigue activo soñando historias con ellas.