El agua de la red de Hiendelaencina ya es apta para el consumo humano

Desde el pasado día 5 de octubre los vecinos de Hiendelaencina no disponen de agua apta para el consumo, ya que, por error, se confundió en un establecimiento rural el depósito del agua con el de gasoil, y el combustible pasó a la red

El servicio de Salud Pública de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales ha informado hoy de que el agua de la red municipal de Hiendelaencina, que resultó contaminada de forma accidental por hidrocarburos el pasado 5 de octubre, es apta para el consumo humano.

Según informa la Consejería, las últimas muestras recogidas han sido negativas, por lo que los vecinos pueden utilizar el agua de la red municipal.

El muestreo se realizó en el depósito municipal, en las instalaciones del Ayuntamiento, en la fuente de la Plaza Mayor y en varias viviendas que se encontraban habitadas, y los resultados se han conocido a primera hora de esta misma tarde y se ha informado inmediatamente al Ayuntamiento.

Desde el pasado día 5 de octubre los vecinos de Hiendelaencina no disponen de agua apta para el consumo, ya que, por error, se confundió en un establecimiento rural el depósito del agua con el de gasoil, y el combustible pasó a la red principal de agua del pueblo.

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales aclaró que, en base a lo dispuesto en el Real Decreto 140/2003, que el gestor del abastecimiento, que en este caso es el Ayuntamiento de Hiendelaenciana, está obligado a elaborar y aplicar un plan de autocontrol, en el que se deben incluir todos los aspectos relacionados con el control de la calidad del agua y de las instalaciones.

El Servicio Periférico de Sanidad y Asuntos Sociales reclamó al Ayuntamiento "hasta en cuatro ocasiones, la última en septiembre de 2013, este protocolo de autocontrol sin que hasta la fecha lo haya aportado, aunque debería tenerlo disponible desde el 1 de enero de 2005".

Según la normativa, cuando se altera la calidad del agua corresponde al gestor comunicar a la población las medidas correctoras y preventivas previstas para proteger la salud, mediante los medios y en la forma más adecuada, de acuerdo con la autoridad sanitaria.

Por su parte, a la administración sanitaria le corresponden, entre otras, las actividades de "vigilancia sanitaria y tramitación de situaciones de incumplimientos o alertas en coordinación con los gestores".

En este sentido, explicaron que, dadas las características de los municipios de la provincia de Guadalajara, es habitual que las actuaciones de vigilancia sanitaria de las aguas de consumo humano que realizan los servicios oficiales de Salud Pública suplan a las obligaciones de autocontrol que corresponde realizar a los gestores.

Una situación, matizaron desde la Consejería, que "es lo que puede provocar equívocos y que los gestores piensen que toda la competencia en autocontrol recae en la administración sanitaria, exigiendo a ésta responsabilidades que corresponden a ellos mismos".

Desde el inicio, insitieron desde la Consejería de Sanidad, el servicio oficial de Salud Pública "ha estado al tanto del vertido accidental de gasóleo" y, en consecuencia, "ha transmitido al alcalde las actuaciones de primer nivel necesarias para evitar cualquier riesgo a la población derivado del consumo del agua contaminada".

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