El zoológico de Guadalajara ha perdido a su osa más veterana, que ha muerto tras permanecer durante más de 33 años en sus instalaciones, a las que llegó procedente del Parque Cinegético de El Hosquillo, situado en la Serranía de Cuenca.
La osa que fue llevada desde El Hosquillo al zoológico de Guadalajara en 1985, murió durante el pasado fin de semana, según ha informado en una nota de prensa el Ayuntamiento.
Durante el tiempo que ha vivido en el zoo de Guadalajara, se reprodujo en 2000 cuando parió a la osa Melosa, que ha sido su compañera de instalación y que fue bautizada con este nombre a través de un concurso escolar.
Asimismo, el Ayuntamiento de Guadalajara ha indicado que a pesar de su avanzada edad, hasta el último día se comportó con normalidad y estaba preparándose para hibernar, aunque finalmente ha muerto de un proceso agudo, probablemente una insuficiencia cardiaca aguda, aunque este extremo tiene que ser confirmado por los servicios verterinarios del zoo.
Desde la dirección del parque zoológico se está planteando la posibilidad de traer un ejemplar nacido en cautividad para mejorar el bienestar de Melosa, que ha quedado sola en la instalación.
