La Junta convoca ayudas para paliar los daños por ataques del lobo al ganado
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha convocado ayudas, en régimen de minimis, destinadas a paliar los daños ocasionados por ataques de lobo ibérico al ganado doméstico en Castilla-La Mancha durante el año 2026, en una iniciativa que busca compatibilizar la conservación de la especie con la actividad ganadera extensiva.
La convocatoria, publicada este miércoles 31 de diciembre en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, se tramita por el procedimiento de tramitación anticipada y cuenta con una cuantía estimada de 170.000 euros, condicionada a la existencia de crédito adecuado y suficiente en los presupuestos de la Junta de Comunidades correspondientes a las anualidades de 2026 y 2027.
Beneficiarios y requisitos
Podrán acogerse a estas ayudas ganaderos y ganaderas o titulares de explotaciones ganaderas, ya sean personas físicas, jurídicas u otras entidades sin personalidad jurídica, siempre que mantengan ganado en régimen extensivo en Castilla-La Mancha. Las explotaciones deberán estar inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas o disponer de código REGA y, en su caso, de la correspondiente guía de origen y sanidad pecuaria para la trashumancia.
Entre los requisitos exigidos figuran no superar el umbral de ayudas en régimen de minimis en un periodo de tres ejercicios fiscales, encontrarse al corriente de las obligaciones tributarias y con la Seguridad Social, y no incurrir en ninguna de las causas de exclusión previstas en la normativa general de subvenciones.
Daños indemnizables y exclusiones
Las ayudas cubrirán las cabezas de ganado muertas como consecuencia de ataques de lobo ibérico producidos durante la anualidad 2026, siempre que el ataque haya sido correctamente comunicado y verificado. No serán subvencionables los ataques ocurridos en montes de utilidad pública sin la correspondiente autorización de pastoreo, los producidos en naves cerradas ni aquellos en los que se aprecie negligencia o actuación fraudulenta en la protección de los animales.
Comunicación del ataque y plazos
Ante un posible ataque, el ganadero deberá comunicarlo en un plazo máximo de 24 horas, salvo causas excepcionales, a los agentes medioambientales de la demarcación territorial correspondiente. Estos realizarán una visita a la explotación, evaluarán los daños y levantarán un acta que servirá como documento de referencia para determinar la cuantía de la ayuda.
El plazo para solicitar la subvención será de un mes a contar desde el día siguiente a la fecha del ataque, tomando como válida la que figure en el acta de inspección. Deberá presentarse una solicitud independiente por cada ataque.
Cuantía de las ayudas y mejoras
El importe de las indemnizaciones se calculará conforme a las tablas establecidas en las bases reguladoras. Estos valores podrán incrementarse en un 10 % si el titular de la explotación ha recibido formación específica, de al menos 20 horas, en manejo y prevención de ataques en zonas con presencia de lobo, y en otro 10 % adicional si se han aplicado medidas preventivas como vallados, pastores eléctricos o mastines, debidamente acreditadas.
La distribución estimada del presupuesto prevé 140.000 euros con cargo a 2026 y 30.000 euros en 2027, con la posibilidad de ampliar la dotación hasta en 30.000 euros adicionales sin necesidad de una nueva convocatoria.
Procedimiento y resolución
Las ayudas se concederán mediante un régimen de concurrencia competitiva simplificada, tramitándose por orden de presentación hasta agotar el crédito disponible. El plazo máximo para resolver y notificar la concesión será de tres meses desde la presentación de la solicitud, transcurrido el cual se entenderá desestimada por silencio administrativo.
La resolución no pondrá fin a la vía administrativa, por lo que podrá interponerse recurso de alzada en el plazo de un mes.
Objetivo de la convocatoria
La finalidad última de esta línea de ayudas es favorecer la convivencia entre la presencia del lobo ibérico y los usos ganaderos en la región, prestando especial atención a la ganadería extensiva, especialmente vulnerable a este tipo de ataques y clave para el mantenimiento del medio rural en Castilla-La Mancha.