Investigación en Cueva de Los Casares espera quintuplicar el número de grabados

Este equipo de investigación, que estudia las grafías rupestres paleolíticas de la cavidad y el yacimiento arqueológico localizado en su interior, regresó a la gruta para concluir los últimos trabajos de campo de este año
Hallan restos óseos en una nueva excavación en la Cueva de los Casares
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El equipo de investigación de la Universidad de Alcalá que estudia la Cueva de Los Casares en la Riba de Saelices (Guadalajara) ha concluido la última campaña de excavaciones en este yacimiento en el que, tras los trabajos realizados en los últimos meses, esperan que el número de grabados de las mismas se multipliquen por cinco.

Este equipo de investigación, que estudia las grafías rupestres paleolíticas de la cavidad y el yacimiento arqueológico localizado en su interior, regresó a la gruta para concluir los últimos trabajos de campo de este año, según han informado en nota de prensa los investigadores.

Bajo la dirección científica de los profesores Manuel Alcaraz Castaño y Javier Alcolea González, el equipo estuvo esta vez acompañado por los investigadores alemanes Martin Kehl y Nicole Klasen, de la Universidad de Colonia.

Estos expertos, geógrafos físicos especializados en geoarqueología y geocronología, forman parte del equipo de investigación interdisciplinar que estudia la ocupación humana de dicha cueva durante la Prehistoria.

En concreto, los técnicos recogieron muestras de la secuencia estratigráfica del yacimiento paleolítico del llamado Seno A, donde se registra una ocupación neandertal y quizá también de humanos modernos.

Dichas muestras servirán para hacer análisis de micromorfología, lo cual se traduce en el estudio microscópico de la secuencia de sedimentos que han ido formando el yacimiento arqueológico.

Esta técnica de detalle permite conocer de forma mucho más precisa los procesos de formación del yacimiento y sus posibles alteraciones postdeposicionales, alteraciones que muchas veces pasan desapercibidas a simple vista.

Gracias a ella se puede establecer con una cierta seguridad si el yacimiento arqueológico se encuentra en su posición original o se ha visto afectado por alteraciones posteriores.

Se trata de un requisito indispensable para posteriormente poder realizar la interpretación estrictamente arqueológica, y entender así cómo vivían estas gentes prehistóricas y qué actividades realizaban en el interior de la cueva, que es el objetivo último y fundamental del proyecto de investigación.

Junto con los resultados de las dataciones de carbono 14 y otras analíticas paleoecológicas –que se esperan para el próximo mes de diciembre– además del estudio detallado de los grabados y pinturas de sus paredes –que tardará algo más–, se prevé que los datos que aportarán los análisis de micromorfología permitan establecer conclusiones novedosas sobre los tesoros arqueológicos que aún encierra la cueva de "Los Casares".

Al margen de las publicaciones en curso, los investigadores tienen previsto presentar este primer avance de novedades y el 3 de diciembre, en el Museo Arqueológico Nacional. 

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