El incendio de Peñalba de la Sierra arrasa 550 hectáreas y desata críticas a la gestión

El incendio de Peñalba de la Sierra (Guadalajara) arrasa 550 hectáreas y desata críticas a la gestión
El fuego declarado en el Pico del Lobo, cuya causa más probable es un rayo, sigue activo tras tres días y mantiene el nivel 1, con más de 200 efectivos desplegados y fuertes críticas sindicales y profesionales a la gestión.

El incendio declarado el pasado domingo en el paraje del Pico del Lobo, en Peñalba de la Sierra (Guadalajara), continúa activo en su tercera jornada y mantiene el nivel 1 de emergencia, con un amplio despliegue de medios aéreos y terrestres que supera los 200 efectivos. Según las estimaciones iniciales, el fuego habría afectado ya a unas 550 hectáreas de matorral leñoso de alta montaña, en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.

Tres días de lucha contra el fuego en alta montaña

El incendio fue detectado a las 08:13 horas del domingo 21 de septiembre gracias a la llamada de un particular. Desde entonces, el operativo no ha conseguido darlo por controlado debido a la compleja orografía del terreno, con cotas superiores a los 2.000 metros de altitud en el macizo Pico del Lobo-Cebollera, una de las zonas más abruptas de Castilla-La Mancha.

La localización del foco en un área de difícil acceso por carretera obligó a lanzar desde el primer momento un ataque inicial masivo con medios aéreos. Según ha detallado el viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, se movilizaron helicópteros helitransportados y brigadas de intervención rápida, que trabajaron desde el aire y mediante herramienta manual sobre el terreno.

En paralelo, desde la tarde del lunes se emprendieron trabajos de maquinaria pesada para abrir caminos y generar zonas seguras que permitiesen la entrada progresiva de medios terrestres. En las últimas horas se han podido desplegar más autobombas y retenes en la vertiente sur, lo que ha incrementado la capacidad de maniobra sobre el perímetro del incendio.

Medios movilizados

El balance provisional refleja la magnitud del dispositivo. Desde el inicio del fuego han intervenido 77 medios y 357 personas. De ellos, 23 medios aéreos, 37 medios terrestres y cerca de 235 efectivos corresponden a unidades de Castilla-La Mancha, pero también han participado brigadas del Ministerio para la Transición Ecológica, de la Comunidad de Madrid y de Castilla y León, en una operación conjunta que evidencia la gravedad del siniestro.

En el momento actual, según los datos facilitados por el INFOCAM, siguen trabajando 48 medios y 198 personas, con 22 aeronaves descargando agua y retardante, 21 medios terrestres desplegados y 10 responsables de coordinación. En la última jornada se llegaron a movilizar hasta 22 medios aéreos, 21 terrestres y 175 efectivos simultáneamente, alcanzando uno de los despliegues más intensos de la campaña.

La superficie afectada continúa estimándose en unas 550 hectáreas, aunque la cifra definitiva deberá concretarse tras los vuelos de reconocimiento y la resolución del expediente técnico.

Causa probable y evolución

La causa más probable del incendio es un rayo, según ha confirmado el viceconsejero de Medio Ambiente. Las condiciones meteorológicas del lunes por la noche resultaron algo más favorables: las bajas temperaturas nocturnas y una mayor humedad relativa frenaron el avance del frente, permitiendo a los equipos consolidar algunas zonas del perímetro.

Sin embargo, las previsiones de este martes apuntan a rachas de viento de hasta 33 km/h durante la tarde, con temperaturas máximas en torno a los 15 ºC y humedades mínimas del 27%, lo que podría complicar las labores de extinción y reavivar focos secundarios.

Almodóvar ha subrayado que “conviene recordar que la recarga de las autobombas en este terreno tarda alrededor de 60 minutos, lo que dificulta enormemente la capacidad de respuesta terrestre. Por ello, las brigadas helitransportadas y los ataques aéreos han sido esenciales en esta fase inicial”.

Críticas y polémica por la gestión del operativo

Mientras los equipos de emergencia luchan contra las llamas, el incendio de Peñalba de la Sierra se ha convertido también en el epicentro de una intensa polémica política y sindical por la gestión del operativo.

Los primeros en alzar la voz fueron los bomberos forestales de las bases de Montes Claros y El Vado, situadas a solo 12 y 14 kilómetros del foco. Denuncian que no fueron activados durante las primeras horas pese a contar con autobombas y personal preparado. Según explican, se incumplieron los protocolos de despacho automático y se desaprovechó un tiempo clave que podría haber limitado la propagación. “Mientras el fuego avanzaba, nosotros seguíamos en labores de prevención”, lamentaron en un comunicado.

Este martes se han sumado las críticas de Comisiones Obreras (CCOO), que han exigido la dimisión de la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, por lo que consideran una “gestión negligente”. El sindicato sostiene que el incendio pudo haberse originado ya el sábado por la noche, lo que supondría un retraso de hasta ocho horas en la respuesta. Además, alertan de que en plena ola de calor de septiembre solo estaba operativo el 29% de los retenes en Guadalajara, un porcentaje que, a su juicio, responde a “criterios puramente económicos” y no a la realidad del riesgo. “Si hubiéramos estado activos, este incendio podría haberse quedado en conato”, denunció Iñaqui Blanco, delegado sindical de Geacam.

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha añadido aún más presión al Ejecutivo regional al calificar de “mala” la gestión del incendio. En un comunicado, criticaron que el Gobierno redujera antes de tiempo la disponibilidad de medios de extinción, obligando a pedir refuerzos externos mientras parte del personal permanecía en labores de prevención. También alertaron de los turnos excesivos y del riesgo de accidentes por cansancio acumulado, recordando que “un verano extremadamente seco” exigía mantener la campaña de refuerzo más allá del 12 de septiembre.

Estas acusaciones han situado al dispositivo Infocam y a la Consejería de Desarrollo Sostenible en el centro del debate público. Desde los colectivos profesionales se acusa al Gobierno regional de falta de previsión, descoordinación y de haber dejado a Guadalajara en situación de vulnerabilidad frente a un incendio de alta montaña que ahora requiere un enorme esfuerzo interadministrativo.

La Junta, por su parte, insiste en que el ataque inicial fue “contundente” y que el despliegue de medios se ha ajustado a la evolución del incendio y a las posibilidades reales de acceso. Sin embargo, el cruce de acusaciones evidencia un clima de tensión en torno a la política de prevención y extinción de incendios en Castilla-La Mancha, que podría tener repercusiones en el plano político más allá de la emergencia en curso.

Mientras tanto, sobre el terreno, los casi 200 efectivos desplegados afrontan la difícil tarea de consolidar el perímetro y evitar que el viento previsto para esta tarde reavive las llamas. La emergencia continúa abierta, sin un horizonte inmediato de control, y con la gestión del incendio convertida en un asunto de primera magnitud ambiental y política en la región.