El hijo superviviente del triple crimen de Chiloeches dice que oyó gritos y huyó

La Audiencia Provincial de Guadalajara acoge el juicio, con jurado popular, por el triple asesinato de un matrimonio y su hija en su vivienda de Chiloeches (Guadalajara) en abril de 2024 - EFE/Pepe Zamora
El hijo del matrimonio y hermano de la joven asesinados, único superviviente del ataque, relata cómo se salvó del triple crimen: "Creo que actué bien, si no, no estaría aquí".

"Escuché los gritos de mi padre y luego los de mi hermana. Bloqueé la puerta por instinto y salté la valla para huir". Así ha descrito este martes Y.V.F., hijo del matrimonio y hermano de la joven asesinados en el triple crimen de Chiloeches (Guadalajara), los momentos en los que logró salvar su vida la madrugada del 12 de abril de 2024 cuando, presuntamente, F.P.S. entró a robar al domicilio familiar, con la complicidad de C.B.M. y D.M.A. y acabaron con la vida de sus familiares.

Y.V.F., que ha declarado como testigo en la segunda jornada del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara, ha asegurado que aquella noche se despertó sobre las 3.00 horas "al escuchar golpes" y, acto seguido, "los gritos de desesperación" de su padre. "Luego escuché a mi hermana, un golpe fuerte y silencio", ha relatado ante las preguntas del Ministerio Fiscal.

El joven ha explicado que se quedó "bloqueando el pomo" de su puerta "por puro instinto" y que, cuando cesaron los ruidos, salió de la habitación y vio a su hermana tirada en el suelo. "Por los gritos y los golpes deduje que estaba fallecida", ha dicho con voz entrecortada. Tras ello, saltó la valla de la vivienda y corrió varias calles antes de llamar al 112. "Creo que actué bien, si no, yo no estaría aquí", ha afirmado.

Durante su declaración, Y.V.F. ha descrito a su familia como "normal" y ha explicado que su madre, que trabajaba por la noche, se encontraba ese día en casa por una lesión en la rodilla, lo que le impidió acudir al trabajo, asegurando que la convivencia era buena, pese a "algún que otro roce" entre su hermana y su padre.

Como testigo ha confirmado que C.B.M., novio de su hermana, continuaba yendo a la casa familiar a pesar de tener una orden de alejamiento en vigor, circunstancia conocida por su madre, aunque no por su padre. También ha señalado que sus padres guardaban dinero y relojes de colección en un armario del piso superior, fruto, en parte, de la venta reciente de otra vivienda. "Mi hermana sabía que había dinero, pero no la cantidad", ha indicado.

Y.V.F. ha asegurado que aquella noche se acostaron entre las 22.00 y las 23.00 horas, reconociendo que, si bien conocía a C.B.M. como pareja de su hermana, a F.P.S. solo recordaba haberle visto "una vez en el instituto" y a D.M.A. "en alguna ocasión reciente", presentado por el primero, del que es primo.

A preguntas de la acusación particular, el joven ha confirmado que reclama lo que por ley le pueda corresponder por las muertes de sus padres y su hermana y ha admitido que ha recibido tratamiento psicológico desde los hechos, aunque actualmente lo ha interrumpido.

UN TESTIGO CONOCÍA LOS PLANES

Por otro lado, esta segunda jornada del juicio ha estado marcada también por las declaraciones de A.M.M. como testigo y amigo de los tres acusados, así como por la declaración de la pareja del presunto autor material de las tres muertes, quien, en mitad de su declaración, y haciéndose valer de su relación con el principal encausado, ha optado por responder solo a las preguntas del abogado que representa al principal inculpado.

Durante la sesión, A.M.M, amigo de los tres jóvenes desde el colegio, ha comparecido ante el tribunal, donde ha reconocido que conocía los planes por C.B.M. primero y por F.P.S. y que ambos le propusieron participar en un robo en la vivienda de la familia asesinada.

Según el testimonio de A.M.M., C.B.M. le comentó en varias ocasiones que estaban organizando un robo en casa de su novia porque había joyas y relojes. "Me dijo que estaba esperando a que ella le avisara de que sus padres no estuvieran para entrar a robar. En teoría no iba a haber nadie en casa", ha declarado.

A.M.M. ha añadido que F.P.S. le llamó días después para preguntarle si estaba "libre para una historia" sin decirle más y que, tras negarse, este le advirtió de que él "entraría estuviera o no alguien dentro, porque necesitaba el dinero por sus deudas".

Ha reconocido que, aunque en su día no se tomó en serio aquellas conversaciones, sí acudió voluntariamente a la Guardia Civil tras conocer los crímenes "para hacer un bien" y contar lo que sabía.

A preguntas de la Fiscalía, ha señalado que F.P.S. solía consumir drogas, llevaba armas y era una persona "tranquila y calculadora", capaz de hacer "cualquier cosa". También ha admitido que C.B.M. había descrito cómo era la casa y cómo pensaban acceder a ella, aunque en ningún momento habló de asesinar a nadie.

También ha declarado la mujer que mantenía y mantiene una relación sentimental con F.P.S. en el momento de los hechos, quien ha testificado con la advertencia de la magistrada sobre su derecho a no declarar contra él. Ha relatado que llevaban ocho meses juntos y que él le decía que trabajaba como fontanero.

La testigo ha descrito a F.P.S. como "una persona normal" y ha afirmado que, aunque sabía que consumía drogas, no conocía que tuviera deudas ni le había visto consumirlas. A preguntas de la defensa, ha reconocido que F.P.S. portaba drogas en el hotel donde fue detenido, entre ellas hachís, cocaína y éxtasis, aunque ha insistido en que "nunca" le vio consumir ni llevar armas.

UN VIGILANTE DE LA URBANIZACIÓN VIO UN COCHE SOSPECHOSO

En la sesión también ha declarado el vigilante jurado de la urbanización 'Medina Azahara' en el momento de los hechos, quien ha testificado protegido por un biombo para evitar el contacto visual con los acusados.

Este vigilante ha relatado que la madrugada del crimen su compañero le avisó del incendio en una vivienda y que, horas después, entre las 5.00 y las 5.30 horas, observó un coche negro con tres o cuatro personas en su interior que le pareció sospechoso, información que también ha sido determinante en la investigación.

Tras estos testimonios, han declarado varios agentes de la Policía Judicial que intervinieron en la investigación. El instructor del atestado ha relatado que, al acceder a la vivienda tras el incendio, encontraron dos cadáveres en el dormitorio y que el de la hija ya había sido trasladado a una ambulancia.

La Fiscalía solicita prisión permanente revisable para F.P.S. por el asesinato de la hija y 20 años de cárcel por cada uno de los padres y para C.B.M. y D.M.A. solicita cinco años de cárcel como cómplices necesarios.

El juicio proseguirá este miércoles con la prueba testifical de guardias civiles y bomberos y se iniciará la prueba pericial.