En Guadalajara hay nueve zonas de baño autorizadas para este verano

Los farmacéuticos de Salud Pública, técnicos y personal del Laboratorio de los Servicios Periféricos de Sanidad y Asuntos Sociales analizan el agua periódicamente, de mayo a septiembre, para garantizar la seguridad de los bañistas

La provincia de Guadalajara cuenta con nueve zonas de baño autorizadas ubicadas fundamentalmente en los ríos Tajo y Tajuña. Estos espacios están en los términos municipales de Alocén, Durón, Pareja (embalse de Entrepeñas), Pálmaces de Jadraque (La Playa), La Toba (embalse de Alcorlo), Zaorejas (Puente de San Pedro), Trillo (empalme del Tajo) y Buendía (embalse).

Desde el pasado mes de mayo, y hasta finales de septiembre, los Servicios Periféricos de Sanidad y Asuntos Sociales vienen desarrollando el Programa de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Baño. Los primeros resultados las han calificado como aptas por lo que los puntos de baño citados se encuentran en condiciones idóneas de calidad para que se pueda iniciar la temporada de verano, ha informado la Junta en nota de prensa.

La vigilancia de estos puntos de baño se lleva a cabo durante toda la temporada a tres niveles, el control de la calidad del agua, la vigilancia del entorno del punto de baño y la intervención en situaciones de alerta. Los Servicios Periféricos de Sanidad actúan en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Tajo y los ayuntamientos implicados, siendo éstos últimos los responsables del mantenimiento del entorno e instalaciones.

Desde los Servicios Periféricos subrayan la importancia de la implicación de los bañistas en el mantenimiento de las condiciones ambientales de estas zonas, de tal modo que el entorno natural no se vea afectado por la actividad veraniega.

Prevención para evitar accidentes y lesiones

Desde Sanidad recuerdan que estas zonas no están obligadas a disponer de socorrista, por lo que es imprescindible mantener las prácticas correctas de baño. Es importante que los bañistas no se lancen al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas. Además, deben comprobar cuidadosamente la profundidad antes de sumergirse y evitar bucear o saltar en aguas turbias, donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.

Otra de las recomendaciones es la de introducirse en el agua lentamente o tirarse de pie antes de hacerlo de cabeza y, en ese caso, recordar que los brazos deben situarse en prolongación del cuerpo para proteger el cuello y la cabeza. Sanidad apunta que hay que prestar especial atención con los niños cuando estos estén cerca de aguas recreativas, incluso cuando la profundidad sea pequeña.

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