Una explotación ganadera de Guadalajara sufre un segundo ataque de lobo en lo que va de año

"En lo que va de año llevo ya dos ataques", ha apuntado Alfonso Núñez tremendamente disgustado mientras, junto a su mujer, ha lamentado tener la edad que tiene "porque si esto le hubiera pillado más joven habría dejado el sector", ha subrayado
Una explotación ganadera de Guadalajara sufre un segundo ataque de lobo en lo que va de año, cabaña ganadera, Sierra Norte de Guadalajara
photo_camera Una explotación ganadera de Guadalajara sufre un segundo ataque de lobo en lo que va de año

El lobo ha vuelto a atacar en las últimas semanas otra explotación de la Sierra Norte de Guadalajara. Ha sido el segundo ataque a la explotación de un ganadero de Galve de Sorbe en lo que va de año, a la que este mamífero carnívoro protegido ha ocasionado importantes mordeduras a una de sus vacas y a un choto. Otro ha desaparecido.

"En lo que va de año llevo ya dos ataques", ha apuntado Alfonso Núñez tremendamente disgustado mientras, junto a su mujer, ha lamentado tener la edad que tiene "porque si esto le hubiera pillado más joven habría dejado el sector", ha subrayado. De hecho, aunque empezó con más de 600 ovejas, los ataques del lobo le llevaron a quedarse apenas con la mitad y ahora solo tienen vacuno, unas 160 vacas.

"Me tuve que quitar las ovejas por culpa del lobo. Me hizo la vida imposible, me arruinó", ha lamentado este ganadero, en declaraciones a Europa Press.

Aunque no es lo que le hubiera gustado, Núñez ha denunciado estos ataques ante la Administración como daños patrimoniales. "A nadie le gusta denunciar por denunciar, pero uno llega a estar tan harto y no te queda otro camino", ha afirmado.

Tanto este ganadero como su mujer tienen muy claro que el lobo "ha venido para quedarse" y creen que los peores meses de ataques aún no han llegado. Los esperan para septiembre y octubre.

En el primer ataque también perdió un ternero, unos daños a lo que se suma el hecho de que el ganado restante se ha vuelto más agresivo y esquivo por culpa del lobo.

"Estamos totalmente abandonadas. Llevamos un montón de años que nos dan palos por todos los sitios", ha criticado, convencido de que apostar por este sector hoy en día es un error, salvo que se hereden las explotaciones de padres a hijos.

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