Expertos piden un plan para recuperar el lobo ibérico en Guadalajara

Integrantes del proyecto de voluntariado nacional para el censo del lobo ibérico y evaluación del Estado de sus poblaciones han pedido este viernes al Gobierno regional que elabore un plan de recuperación y protección de este animal en la provincia de Guadalajara, donde apenas existen tres ejemplares.

Este proyecto de ciencia ciudadana nació en 2015, impulsado, coordinado y dirigido por Fernando Palacios y Ángel Manuel Sánchez desde el Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).

En rueda de prensa, han pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha que cumpla con la legislación y elabore un censo de lobos ibéricos en Guadalajara, ya que la provincia cuenta con un "único y mermado" grupo de lobos asentados en una zona sin protección, entre Atienza y Sigüenza.

Este grupo ha sobrevivido a posibles disparos y envenenamientos el pasado año, motivo por el cual solicitan a la Administración autonómica medidas inmediatas de protección.

En este sentido, han señalado que Castilla-La Mancha no cuenta con un plan de recuperación de la especie en la provincia, obligatorio desde 2004, y además debe ejecutar un plan de recuperación y vigilancia exhaustiva contra el veneno en estos territorios que hace peligrar una especie esencial en el ecosistema.

Palacios ha apuntado que no comparten la apreciación del Gobierno regional de que está cumpliendo con la ley y también han advertido que se están usando métodos como la captura con lazo, que podrían considerarse prohibidas en la UE además de peligrosas.

En cuanto a los ataques al ganado, estos expertos han señalado que España, y más en concreto Guadalajara, tiene un elevado índice de abandono de perros y que en la mayoría de los casos de esos ataques no son lobos sino perros asilvestrados los responsables.

Esta hipótesis cobra mayor verosimilitud si se tiene en cuenta que apenas hay tres lobos en la provincia, lo que hace pensar que es inviable que sean los responsables de dichos ataques.

En opinión de estos expertos, si se llevara a cabo un plan real de protección y recuperación que cuidase el hábitat permitiendo que el lobo tuviese suficiente animales silvestres para alimentarse, éste no atacaría al ganado.

Además, han recomendad a los ganaderos a guardar al ganado por la noche y realizar un pastoreo ecológico que no esquilme ciertas zonas afectando al hábitat.

También han instado a regular el ámbito cinegético, puesto que consideran que hoy todos los ungulados, de los que se alimenta el lobo, son presa de los cazadores dejando sin alimento a este depredador.

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