Ecologistas en Acción de Guadalajara ha presentado alegaciones al proyecto de macrogranja para cría y engorde de pavos que está proyectado en Cañizar (Guadalajara) ya que lo ve como un modelo de avicultura intensiva con graves impactos ambientales y sociales.
La generación de estiércol, el consumo de agua y la emisiones de gases de efecto invernadero y amoniaco son los principales impactos que genera unido a las molestias a los vecinos y posible afección a otras actividades económicas, ha señalado en nota de prensa el colectivo ecologista.
Las alegaciones se han centrado en criticar el documento ambiental presentado por el promotor además de apuntar a omisiones de informaciones imprescindibles para poder analizar y evaluar el proyecto, como no presentar un calendario de vertido de estiércol, el consumo de agua anual, el insumo de antibióticos e insecticidas, los datos de generación de amoniaco y otros gases procedentes del estiércol, además de falsear la distancia mínima a casco urbano.
La macrogranja se ubica a 1.300 metros de Cañizar, a 1.700 metros de la urbanización Arcipestre de Hita, a 1.900 metros de Torre del Burgo y a 2.000 metros de Rebollosa de Hita.
Teniendo en cuenta que el Gobierno regional va a aprobar "en breve" un decreto para ampliar la distancia mínima de estas instalaciones a un núcleo urbano de 1.000 a 2.000 metros, la organización ha pedido "que se cumpla ya este requisito para este proyecto".
La macrogranja, con capacidad para 15.000 animales, pretende producir más de 40.000 pavos al año en una nave de 2.100 metros cuadrados, que serán gestionados a través de una empresa integradora que proveerá de pavitos, pienso, servicio veterinario, transporte y comercialización de los animales engordados.
Únicamente necesitará un puesto de trabajo, el promotor, ha señalado Ecologistas que se ha mostrado contraria a "este sistema de producción, la cría y engorde de manera intensiva, donde animales hacinados en poco espacio, son alimentados sin descanso, atiborrados a antibióticos, acelerando el proceso de crecimiento normal de los animales, para sacar cerca de tres producciones anuales".
A juicio del colectivo, este modelo perjudica gravemente el desarrollo sostenible de los pueblos de la provincia y es una práctica que conlleva varios impactos ambientales y sociales con repercusiones negativas para el medio natural y socioeconómico.
