Desaparecen los macrobotellones en Guadalajara y bajan los etílicos más del 51%

Los grandes botellones han desaparecido en el casco antiguo de Guadalajara y los avisos por intoxicaciones etílicas han descendido más de un 51 por ciento desde que en 2008 entró en vigor la Ordenanza de Convivencia Ciudadana.

Esta herramienta, impulsada por el gobierno de Antonio Román, fue pionera en su momento y sus resultados han sido ejemplo para numerosas localidades de España, según ha señalado este lunes la teniente de alcalde y concejala de Seguridad, Encarnación Jiménez, durante el balance de dicha ordenanza.

"Esta ordenanza se creó para dar cobertura a algunos aspectos del día a día que no estaban regulados" relacionados con el vandalismo, la alteración del orden, el consumo de alcohol en la vía pública y la "mendicidad coactiva", ha señalado.

Las llamadas realizadas al 092 para avisar sobre la comisión de actos vandálicos se han reducido un 35,41 por ciento entre 2009 a 2015, pasando de 288 a 186, mientras que las llamadas por consumo de alcohol en la vía pública ha descendido de 259 en 2009 a 92 en 2015, lo que supone un 64,47 por ciento.

Asimismo, las relacionadas con la alteración del orden han disminuido un 30,66 por ciento y la asistencia de etílicos ha bajado un 51,61 % pasando de 124 llamadas en 2009 a 60 en 2015.

Desde la aplicación de esta ordenanza las denuncias interpuestas por la Policía Local como consecuencia de su incumplimiento también se han reducido ya que en 2009 fueron 90 por vandalismo y en 2015 han sido 43, un 52,22 por ciento menos.

Las denuncias por alteración del orden también se han reducido un 19,44 por ciento y las derivadas del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública un 52,35 pro ciento, pasando de 319 en 2009 a 152 en 2015.

La teniente de alcalde ha valorado satisfactoriamente estos datos que, ha señalado, demuestran que la ordenanza ha supuesto la práctica desaparición de los grandes botellones en el centro histórico.

El incumplimiento de la ordenanza conlleva sanciones aunque el Ayuntamiento permite sustituirlas por la prestación de trabajos en beneficio de la comunidad o, en el caso de los menores, por ciclos formativos donde se abordan temas relativos a la seguridad vial, medio ambiente, ocio alternativo, consumo de alcohol, drogodependencia y comportamiento juvenil.

Desde 2009 han sido 360 los jóvenes que han participado en estos cursos, según los datos ofrecidos.

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