El Observatorio de Yebes, clave en el descubrimiento de una molécula esencial

La aparición de membranas celulares representa un hito fundamental en el origen y la evolución temprana de la vida en la Tierra, ya que éstas se encargan de mantener unas condiciones estables en el interior de las células, protegiendo tanto el material genético como la maquinaria metabólica
El observatorio astronómico de Yebes (Guadalajara), atractivo turístico de La Alcarria
photo_camera El observatorio astronómico de Yebes (Guadalajara), atractivo turístico de La Alcarria

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través del Instituto Geográfico Nacional (IGN), ha participado en el descubrimiento en el espacio interestelar de la etanolamina, uno de los componentes de las moléculas que constituyen las membranas celulares, en el que ha sido clave la participación del Observatorio de Yebes (Guadalajara) y el Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en Pico Veleta (Granada).

La aparición de membranas celulares representa un hito fundamental en el origen y la evolución temprana de la vida en la Tierra, ya que éstas se encargan de mantener unas condiciones estables en el interior de las células, protegiendo tanto el material genético como la maquinaria metabólica, según ha informado el departamento ministerial en nota de prensa.

Esta primera detección en el espacio de la etanolamina (NH2CH2CH2OH), molécula que contiene cuatro de los seis elementos fundamentales para la vida, ayudará a entender cómo pudieron formarse las primeras membranas celulares.

En el hallazgo ha sido crucial la gran sensibilidad de los radiotelescopios españoles de 40m del Observatorio de Yebes, equipado con el receptor Nanocosmo; y el 30m del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en Pico Veleta.

Este descubrimiento de enorme importancia para la astrobiología, que se ha publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, ha sido realizado por un equipo científico internacional y multidisciplinar de astrofísicos, entre los que participan astrónomos del Instituto Geográfico Nacional y de astroquímicos y bioquímicos, y liderado por el investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), Víctor. M. Rivilla.

Con esta este hallazgo, se abre la puerta a que en un futuro se detecten en el espacio moléculas cada vez más complejas que pudieron dar lugar a los tres componentes moleculares básicos de la vida: los lípidos, los ácidos nucleicos ARN y ADN, y las proteínas.

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