El municipio de Torre del Burgo, en Guadalajara, sigue ocupando el segundo puesto en población extranjera del país, con aproximadamente un 75 por ciento de inmigrantes sobre el total de sus habitantes. Aunque la crisis no ha conllevado apenas ninguna operación retorno, sí ha originado una trashumancia estacional para trabajar en labores agrícolas.
Así lo ha señalado a Europa Press, José Carlos Moreno, el alcalde de esta localidad de apenas 250 habitantes, en la que tan sólo unos 70 pobladores son españoles de origen y el resto son extranjeros que trabajan de forma estacional en la recogida del espárrago en la zona y que en distintas épocas del año se marcha a otros puntos del país a trabajar en labores agrícolas.
Sin embargo, años atrás, esta población permanecía en la zona, realizando trabajos temporales en los polígonos industriales de la zona, donde ahora apenas hay trabajo.
Según Moreno, aunque ha habido temporadas en las que había más trabajo por Guadalajara y los extranjeros salían menos a otros puntos en busca de empleo, "ahora sí se van más a la recogida de la uva o de la naranja para sus campañas ero siguen empadronados aquí pero no regresan a su país".
En todo caso, el alcalde de Torre del Burgo ha asegurado que la mayoría de los que salen fueran regresan de nuevo a esta localidad donde "hay mucho espárrago verde que requiere mucha mano de obra", trabajos que conllevan empleo para un mínimo de cuatro meses a muchos de ellos, y otros prolongan incluso el empleo gran parte del año.
La recogida del espárrago en Guadalajara da empleo anualmente a unas 300 personas como mínimo, una cifra que para el regidor de este pequeño municipio es muy importante si se tiene en cuenta que la población es ligeramente inferior.
"La convivencia es bastante razonable. Cada uno tiene sus cosas y sabe lo que tiene que hacer y salvo en alguna ocasión en que he tenido que cantar a alguno la gallina se convive bien. No tenemos problemas de integración", ha añadido Moreno.
Según ha explicado, tampoco se han detectado hasta el momento "rencillas o enfrentamientos" en la disputa por un puesto de trabajo porque al tratarse de un pueblo agrícola los vecinos del municipio suelen tener sus propias tierras para trabajar y son estos los que contratan a población de fuera.
En cuanto a las nacionalidades que más predominan en la localidad, al margen de la española, la mayoría son búlgaros, seguido de polacos y rumanos, por este orden.
Por último, en lo que se refiere al presupuesto municipal, el regidor ha señalado que a temas sociales no pueden dedicar apenas nada porque cuentan con unas partidas muy limitadas centradas en hacer frente a las necesidades básicas.
"Mi principal función es dar facilidades a las empresas para que se instalen aquí", ha puntualizado este regidor, quien tiene claro que el contar con tanta población inmigrante en el municipio no representa ningún problema.
