El nuevo centro de atención a personas sin hogar de Cáritas Guadalajara, inaugurado este jueves en el complejo Casa Nazaret, ha tenido un coste cercano a los 700.00 euros y han contribuido a su financiación el Gobierno regional, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Guadalajara.
La inauguración del nuevo Centro Betania ha contado con la presencia de la directora de Cáritas Guadalajara, María José Bustos; el obispo de Sigüenza Guadalajara, Atilano Rodríguez; la consejera de Bienestar Social, Bárbara García; el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido; el presidente de la Diputación, José Luis Vega, y el alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, entre otras autoridades y trabajadores, voluntarios y residentes del centro.
El obispo ha agradecido a la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento su contribución, ha destacado la labor de los voluntarios de Cáritas y ha señalado que el centro, más allá de atender las necesidades básicas de alimento y cobijo, tiene una función esencial de “acompañamiento, escucha y ayuda”.
La consejera ha destacado el apoyo unánime de las instituciones al proyecto y ha señalado que “todos juntos sumamos más y, cuando las instituciones se unen, la ciudadanía gana. Más aún, cuando nos unimos de la mano y en el mismo camino de las instituciones”.
Tanto el alcalde como el presidente de las Cortes han destacado el trabajo de Cáritas en Guadalajara y han señalado su esfuerzo por la justicia social.
El centro de acogida al servicio de personas sin hogar ocupa una planta del edificio azul que hay en el complejo Casa Nazaret de la avenida de Venezuela de Guadalajara y releva al antiguo centro Betania de atención a transeúntes, cuyas instalaciones habían quedado obsoletas.
Cuenta con habitaciones individuales con baño para 35 plazas con las que se da servicio tanto al programa de acogida de urgencia, como al programa residencial.
El programa de acogida de urgencia está preparado para que 13 personas reciban atención asistencial de siete días y atención promocional de un máximo de tres meses, mientras que el programa residencial posibilita que 22 usuarios puedan permanecer durante un máximo de 18 meses.
Este centro no sólo supone un alojamiento temporal, sino que posibilita que, desde diferentes áreas, se lleve a cabo un trabajo multidisciplinar, en coordinación con los diferentes recursos del entorno, que finaliza con la inclusión de la persona y su salida de su situación de calle.
El antiguo albergue Betania de la calle Barcelona fue promovido por Cáritas, cuando estaba dirigida por el sacerdote Eusebio Alonso, y el obispo Pla Gandía lo bendijo el 24 de febrero de 1990.
Tras la inauguración de este jueves el obispo ha bendecido el edificio, se ha descubierto una placa conmemorativa y se ha recordado a uno de los principales artífices del proyecto, el secretario diocesano de Cáritas Pepe Ortega, que murió hace unos meses a causa de la covid-19.
