El arte de la pizarra llega a las placas que dan nombre a las calles de Campillo de Ranas

El municipio de Campillo de Ranas, situado en la zona de la Arquitectura Negra de Guadalajara, luce a partir de la primera de las 13 placas de sus calles talladas sobre pizarra, la piedra protagonista de su peculiar paisaje, gracias al artesano Jorge Palero

El emblemático municipio de Campillo de Ranas, situado en la zona de la Arquitectura Negra de Guadalajara, luce a partir de la primera de las 13 placas de sus calles talladas sobre pizarra, la piedra protagonista de su peculiar paisaje.

El artesano Jorge Palero ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para tallar, de manera gratuita, en pizarra las placas de sus calles y lo hará como demostración de afecto hacia este territorio cuyo material definitorio se ha convertido en su medio de vida y pasión.

"Me llevarán unas 4 horas por placa y la primera estará lista el sábado", señala a EFE el artesano, ilusionado por este proyecto.

Este joven guadalajareños, de 27 años, es un ejemplo de cómo hacer de un oficio ancestral su modo de vida, convirtiéndose en uno de los pocos artesanos que se conocen en tallar este material.

Lo que empezó como una afición en 2012 tallando rosas para San Valentín para quien ahora es su mujer, y gracias a su capacidad autodidacta, se ha convertido, cuatro años después, en un referente artesano en las ferias de la provincia.

"Me viene de familia ser manitas", afirma Palero, que resta importancia a la meticulosidad de su trabajo y señala que "las herramientas son destornilladores planos, una piedra, martillo y un cincel. Todo muy rudimentario".

Su vinculación con la pizarra le viene de su amor por la zona de la Arquitectura Negra, donde también celebró su boda y que visita con asiduidad desde su residencia de la capital alcarreña.

A través de su participación en ferias medievales y de artesanía, Jorge Palero ha ido dando a conocer su trabajo y hoy en día le hacen encargos desde toda España a través de su web, Pizarras Palero, lo que afortunadamente le permite vivir de ello "aunque no para tirar cohetes".

Desde el principio la pizarra "tuvo una gran atracción porque es una piedra que no se suele trabajar, es muy delicada y si das un mal golpe tallando se rompe a la mínima", apunta el artesano.

"Como va por láminas, por ejemplo, estás haciendo el bajorrelieve de una cara y si te pasas al darle un golpe te salta todo el trabajo", explica Jorge, quien destaca que este tipo de oficio requiere de una técnica delicada.

Prueba de su labor son las herramientas que emplea, como destornilladores de relojería "que tienen dos o tres milímetros de punta".

Asegura que el hecho de ser un trabajo tan específico y escaso "es una suerte" para poder vivir de ello.

"He hablado con marmolistas y se han sorprendido tanto por el trabajo como por los precios", añade, muy ajustados, además de realizar tallas en miniaturas, lo que eleva aún más la dificultad.

Sus trabajos abarcan desde bajorrelieves, esculturas hasta grabados realizados cien por cien a mano con cincel, martillo, punzón y lima, como hacían hace más de 500 años, entre los que se pueden encontrar escudos heráldicos, decoraciones para parejas, bodas y demás artículos de decoración.

Las ferias artesanales de localidades como Atienza, Hita, Tamajón o Sigüenza han sido testigos del trabajo en directo de Jorge, donde cualquier idea es susceptible de cobrar forma en pizarra.

Entre sus trabajos cabe destacar la reproducción a escala de una de las celosías de la iglesia románica de Santa Coloma, en la localidad de Albendiego.

De su taller han salido recientemente también, y por segundo año consecutivo, los trofeos que distinguieron a los Serranos del Año en el VIII Día de la Sierra, organizado por la Asociación Serranía de Guadalajara, así como otros trabajos para instituciones como la Diputación de Guadalajara.

Este artesano que presume de trabajar el oficio como "los de antes" espera que, tras Campillo, esta iniciativa anime a otros Pueblos Negros a seguir sus pasos y apuesten por rotular el nombre de sus calles con la misma piedra que construyeron sus casas, la pizarra.

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