La Policía Local de Guadalajara ha realizado nueve denuncias por infracción a la ordenanza municipal reguladora de la tenencia y protección de animales, tres de ellas al propietario de un perro de raza potencialmente peligrosa por llevarlo sin bozal.
Además, este detenido carecía de seguro obligatorio y de la licencia administrativa para conducir este tipo de animal, ha informado la Policía Local de Guadalajara.
También por llevar sin bozal a otro perro de raza peligrosa ha sido denunciada otra persona, a la que se ha acusado también de dejar sueltos a los animales en la vía pública y no proporcionar los tratamientos preventivos obligatorios.
Otra de las detenciones han sido por carecer el titular de un perro potencialmente peligroso de la licencia administrativa correspondiente, otra por no adoptar las medidas necesarias para evitar las molestias por ladridos y la última por dejar suelto en un parque a un animal potencialmente peligroso.
Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Guadalajara ha iniciado hace unos meses una campaña específica de vigilancia de dicha ordenanza.
CONDUCTORES DETENIDOS
Por otra parte, la Policía Local de Guadalajara ha detenido a dos conductores como autores de un delito contra la seguridad vial, uno por alcoholemia y otro por circular sin tener el permiso de conducir.
La detención por alcoholemia se produjo el sábado, a las 13 horas, como consecuencia de un accidente de tráfico con resultado de daños materiales, ha informado hoy la Policía Local.
Según informó un testigo al 112, un vehículo que circulaba a gran velocidad por la calle Arrabal del Agua colisionó con varios bolardos y contra la pared de un edificio, sin detenerse, colisionando contra otros bolardos y haciendo que varios peatones tuvieran que apartarse para no ser arrollados.
Minutos después, el vehículo fue localizado por la Policía Local, en la calle Juan Pablo II, donde se sometió a su conductor, de 27 años y domicilio en Iriépal, a la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,57 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
El viernes, a las 17,30 horas, en la rotonda del Retén de Cogolludo, una patrulla observó a un ciclomotor en el que viajaba un pasajero, con importantes daños en su estructura, por lo que se le dio el alto.
En ese momento, el conductor hizo una maniobra evasiva y emprendió la huida, llegando incluso a circular por la acera de la calle Cuesta de Hita, con peligro para los peatones, mientras era perseguido por la policía local.
Una vez interceptado, se comprobó que el conductor del ciclomotor, de 22 años y vecino de la capital, carecía de permiso de conducir, el cual no había obtenido nunca.
