Según informa Elena Bustamante en JALEOS, el suplemento de corazón de EL ESPAÑOL, "recuerdo que me costaba dormir esos días". Kiko Matamoros (60 años) tiene dificultad para hablar de su visita a "La Casa de la Buena Vida", una suerte de poblado al que acuden a desintoxicarse aquellos a los que la sociedad ya ha dado por perdidos. Este centro, regentado por Jesús Rodríguez, alias el 'Chule', se encuentra a solo media hora de distancia de Marbella, uno de los centros nacionales del lujo.
- Llegué por un programa de televisión- Asegura Kiko con voz firme, un tono que pocas veces más repetirá a lo largo de la entrevista con EL ESPAÑOL. En Sálvame hacíamos un espacio los colaboradores con más peso donde intentábamos dar a conocer una obra social.
Kiko asegura que solo estuvo en el centro para dar difusión a su labor. "Fuimos allí a hacer un programa para difundirlo, para conseguir ayudas, y estuvimos allí trabajando unos días".
Este objetivo lo consiguieron. Gracias al programa, el 'Chule' pudo recaudar una cantidad considerable de dinero. El aliento suficiente para continuar su lucha. El propio Kiko quiso mostrar su lado más solidario con este poblado donando un total de 18.000 euros. "Me siento comprometido con ellos. Y bueno, es que estuve con ellos como una semana. Conoces sus dramas, sus historias, sus dificultades…".
No obstante, ciertas informaciones apuntan a que el colaborador tendría otra razón de peso para sentirse tan comprometido con esta causa. Según algunas fuentes, Kiko habría estado en rehabilitación en esta finca, algo que tanto el colaborador como el 'Chule' han desmentido. Todo lo contrario, cuando se le pregunta a Jesús por el excolaborador de Sálvame, la respuesta es clara y contundente: todo son halagos.
- Kiko se portó muy bien, rompe los esquemas porque muchas veces parece que engaña, él es un encanto de persona. Me gustaría tener más trato con él, somos de esas personas que cuando hacemos contacto es para siempre.
El refugio de los desamparados
La 'Casa de la Buena Vida' no solo son cuatro paredes con buena intención. Muchos de los que allí terminan no tienen otro lugar a donde ir. No hay esperanza para aquellos a los que la sociedad considera ciudadanos de segunda clase. Esta experiencia y la buena voluntad del 'Chule' han convertido a esta finca abandonada de la mano de Dios, es una forma de hablar ya que la religión es una parte crucial, en un centro muy eficaz para desintoxicarse.
¿Su principal activo? Sus personas: los que acaban de llegar, los que están en proceso y personifican la esperanza de que 'sí se puede', los que han terminado por asentarse allí tras descubrir en los desconocidos una familia... Pero si hay una argamasa que fija estos elementos a veces tan dispares es Jesús Rodríguez, el fundador.
Chule es gitano, expresidiario y miembro del clan de Los Charros, una de las dos grandes familias de Palma Palmilla. Sin embargo, no le gusta que se le adscriban a ningún clan y su condición de expresidario es más una pesada losa sobre su reputación. Chule es un hombre de Dios a quien la cárcel reformó. Es un alma bondadosa que no se da por vencido con aquellos que llaman a su puerta. Él ha venido de la calle, del barrio, y ha conseguido convertir lo que para muchos es un estigma en su activo más valioso a la hora de desintoxicar a alguien. "Yo soy uno de ellos, me conozco todos los trucos", bromea con la voz ronca y grave de quien ya va de vuelta y media.
Con este historial no extraña que su fama haya traspasado las fronteras del barrio y haya ayudado a personajes muy conocidos. Además de a Kiko Matamoros, otros famosos han dejado de lado las prestigiosas y lujosas clínicas para ponerse en manos del 'Chule'. Jesús sabe que son una institución humilde, y es que eso no es lo que importa si vas a la 'Casa de la Buena Vida'. "Esto es lo que tenemos, esto es lo que ahí, si quieres un hotel de cinco estrellas te vas a uno. Si quieres algún lujo te lo compras".
Entre los nombres de aquellos que han recurrido al 'Chule' destacan el Cigala (48), que contrató sus servicios pero nunca pisó la finca, o Antonio, conocido como Maita Vende Cá (43), este último recomendado por el primero que sí estuvo en la 'Casa de la Buena Vida'. 'Chule' sí habla abiertamente sobre la labor de rehabilitación de estos personajes, quizá también porque ellos no se avergüenzan por su paso por la 'Casa de la Buena Vida'.
Maita Vende Cá estuvo durante ocho meses en la fina de 'Chule', un tiempo que le transformó profundamente. "A Jesús le tengo que agradecer lo que soy", comenta con la voz entrecortada y la cabeza gacha el propio Antonio en una entrevista a Canal Sur. Al escuchar estas palabras Chule comienza a emocionarse y trata de limpiarse las lágrimas.
- Le tengo que agradecer todo, porque cuando yo llegué a la Palma Palmilla, a través de Diego el Cigala, yo era un esqueleto viviente, y los Charros con el líder que es el Chule han hecho de mí una persona- afirma el artista.
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