Cayetano Rivera, de nuevo contra la Policía: la tercera versión del choque le hunde

Cayetano Rivera, de nuevo contra la Policía: la tercera versión del choque le hunde
El torero se encuentra bajo investigación después de estrellar su coche contra una rotonda en Alcalá de Guadaíra. El atestado policial sostiene que se negó a soplar, mientras un testigo afirma que conducía a gran velocidad y que el impacto derribó dos palmeras.

Lo que comenzó como un simple siniestro de tráfico ha derivado en un nuevo episodio judicial para Cayetano Rivera. El torero sufrió un accidente con su vehículo en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra y, según el informe policial, se negó a realizar la prueba de alcoholemia. Mientras tanto, su defensa alega que todo fue un despiste sin consecuencias graves. Sin embargo, los testimonios y los daños materiales parecen apuntar a una escena más compleja que podría tener implicaciones penales.

El accidente y la intervención policial

El suceso tuvo lugar a las afueras de Alcalá de Guadaíra, en las inmediaciones del Real Club Sevilla Golf, cuando el vehículo de Cayetano Rivera invadió una rotonda ajardinada y acabó empotrado contra una palmera. El impacto fue lo bastante fuerte como para derribar al menos un árbol y causar desperfectos en el entorno urbano.

Los agentes de la Policía Local acudieron al lugar tras recibir varios avisos de vecinos, y al no localizar al conductor en el momento del siniestro, se personaron posteriormente en su domicilio para informarle de sus obligaciones. En ese punto, según recoge el atestado, el torero se negó de manera reiterada a realizar la prueba de alcoholemia, pese a ser advertido de las consecuencias legales de su decisión.

Las versiones enfrentadas

El torero ha transmitido una versión muy distinta a la de los agentes. Asegura que no trató de eludir el control policial, sino que se encontraba “aturdido” tras el golpe y que no recordaba con claridad los momentos posteriores al accidente. En su entorno explican que perdió el control del vehículo cuando intentaba localizar un mando dentro del habitáculo y que en ningún caso había consumido alcohol.

Sin embargo, la versión policial sostiene que su negativa fue expresa y consciente. Los agentes subrayan que fue informado hasta en tres ocasiones de que rechazar la prueba podría suponer un delito contra la seguridad vial, y que, aun así, decidió no someterse al test.

A esta discrepancia se añade el testimonio de un vecino que presenció parte del accidente. Este testigo afirma que el coche del torero “iba muy fuerte” y que el impacto fue tan violento que “cayeron dos palmeras”, lo que, de confirmarse, podría indicar una velocidad muy superior a la permitida en esa zona residencial.

Las posibles consecuencias legales

La negativa a realizar una prueba de alcoholemia está tipificada en el artículo 383 del Código Penal como delito contra la seguridad vial y puede conllevar penas de prisión de seis meses a un año, además de la retirada del carné de conducir durante un periodo de entre uno y cuatro años. A ello podrían sumarse responsabilidades civiles por los daños ocasionados al mobiliario urbano.

Fuentes jurídicas consultadas apuntan que el caso se encuentra en fase inicial, a la espera de que el juzgado de guardia reciba las diligencias remitidas por la Policía Local. A partir de ahí, se decidirá si se abre una investigación formal o si se archiva el expediente.

Repercusión pública y antecedentes mediáticos

El incidente ha causado un considerable revuelo en los medios de comunicación, dado el perfil público del protagonista. Rivera, hijo del recordado Paquirri y de Carmina Ordóñez, ha tratado de mantener un perfil discreto en los últimos años, centrado en su carrera taurina y en su vida familiar. Sin embargo, este suceso ha reactivado la atención mediática sobre su figura, generando titulares que combinan morbo y preocupación.

Algunos analistas señalan que el torero se enfrenta no solo a un posible proceso penal, sino también a un daño reputacional difícil de revertir. En redes sociales, las opiniones se han dividido entre quienes piden prudencia hasta que se esclarezcan los hechos y quienes cuestionan la versión ofrecida por su entorno.

Un caso que sigue abierto

Por ahora, Cayetano Rivera no ha ofrecido una declaración pública más allá de negar cualquier consumo de alcohol o actitud de huida. La instrucción judicial determinará si la negativa a la prueba constituye delito y si las pruebas materiales y testimoniales respaldan o contradicen su versión. Mientras tanto, el accidente continúa bajo investigación y el torero permanece a la espera de una citación formal.