Bárbara tiene que ser atendida de urgencia: "Se han vivido momentos angustiosos"
Según recoge CHIC, están siendo unos meses convulsos para Bárbara Rey. No solo por la publicación, hace apenas unos días, de sus controvertidas fotografías con el emérito Juan Carlos I y el goteo constante de audios y documentos que probarían su chantaje a la Corona, sino también por la eterna guerra con su hijo Ángel Cristo Junior. La vedette considera una traición sus últimos movimientos en los medios de comunicación: lo que comenzó con apariciones en televisión amenazando con hablar y sacar material sensible sobre su madre, finalmente se ha convertido en una vendetta que transciende más allá de lo puramente familiar.
Tal es el nivel de tensión y desconcierto dentro de la familia de la artista, que ni sus pretensiones judiciales contra su hijo están del todo claras: mientras que Sofía Cristo anima a su madre a ir a por todas y "meter en la puta cárcel" a su hermano, para ella no es tan fácil y solo quiere lograr que su hijo, a través de una demanda, cese en su intento de hundirla.
En estos días hemos visto varias caras de Bárbara: una más sosegada y fría, insistiendo siempre su intención de solucionar esto frente a un juez, y otra más amarga y desesperada, como en el enfrentamiento que protagonizó este jueves con unos reporteros en la calle donde hubo manotazos y acusaciones de "acoso" por parte de la prensa. Su hija Sofía no tardó en disculpar la actitud de su madre, alegando problemas de salud mental agraviados por la insaciable sed de venganza de su hermano.
No solo se ha visto resentida su salud mental, sino también la física, tal y como detallan algunos periodistas amigos de la vedette. Según ha trascendido en las últimas horas, este miércoles sufrió un fuerte ataque de ansiedad y tuvo que ser atendida vía telemática por lo servicios médicos de urgencia. Esto habría ocurrido el domicilio de su hija, justo después de regresar a Madrid de su baño de masas en Hellín. Descansando en el sofá, tratando de calmar sus nervios, Bárbara Rey comenzó a sentirse mal tras descubrir que se habían filtrado nuevas conversaciones privadas con el emérito. Según las fuentes citadas, se vivieron "momentos angustiosos" pues Sofía Cristo, que estaba junto a su madre, llegó a pensar que estaba sufriendo un infarto y alertó inmediatamente a los servicios de emergencia para que le enviasen una ambulancia.
Finalmente no fue preciso y, siguiendo las indicaciones de los sanitarios a través del teléfono, consiguieron calmar a Bárbara y descartar que estuviese sufriendo un infarto.