¿Venganza real?: Se destapan las propiedades 'secretas' en España del rey emérito Juan Carlos

La presunta fortuna del antiguo monarca español en el extranjero ha ocupado gran parte del interés mediático estos últimos meses. En España, el Rey solo tiene a su nombre dos terrenos
El rey Juan Carlos recibe el alta hospitalaria una semana después de su operación de corazón - EFE
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Según informa en exclusiva C. Villar en VANITATIS, si hay un tema que ha nutrido páginas y minutos en los espacios informativos del verano (y previsiblemente seguirá haciéndolo en otoño), ese es el de la presunta fortuna de Juan Carlos de Borbón... en el extranjero. La Fiscalía General del Estado ha puesto en la lupa la compraventa de algunas propiedades detrás de las que podría estar el antiguo monarca. Hablamos de varios terrenos en Marrakech, dos apartamentos en la estación de esquí suiza de Villars-sur-Ollon y un lujosísimo ático en el norte de Londres de 65 millones de euros, según ha detallado El Confidencial en varias informaciones.

Todas estas presuntas propiedades de Juan Carlos de Borbón tienen un denominador común: están fuera del territorio nacional. En España, el padre del Rey solo aparece de forma oficial como propietario de dos fincas: un trozo de un jardín en Aranjuez que comparte con una quincena de herederos de Alfonso XIII, y una misteriosa finca de cuatro hectáreas en Monachil (Granada), en plena Sierra Nevada.

En su día, el Rey jubilado se benefició de dos herencias de su padre, el conde de Barcelona. "Una con fondos en Suiza y otra con activos en España que incluían dinero en efectivo, bienes inmuebles y una cartera de acciones valorada en 200 millones de pesetas de entonces (años 90)", según explicó Zarzuela en un reportaje publicado por 'Eldiario.es'. En el testamento de don Juan de Borbón figuraba un chalé ubicado en Puerta de Hierro, un edificio en la Gran Vía madrileña y un apartamento en Estoril (Portugal). Todos los inmuebles fueron vendidos con el tiempo.

El jardín de Aranjuez

Pero hubo una herencia, en este caso de Alfonso XIII, que no se vendió. A unos metros del Palacio de Aranjuez se esconde un terreno de 2.500 metros cuadrados cuyos dueños poseen un ilustre apellido: Borbón. Cerca de la plaza de Armas se encuentra este terreno cuya propiedad comparten varios miembros de la familia del Rey, todos descendientes del rey Alfonso XIII y de la reina Victoria Eugenia. Son más de 15 los insignes propietarios de un pedacito de jardín histórico, y entre ellos se encuentra el Rey jubilado. Don Juan Carlos recibió en legado de su abuelo paterno esta pequeña propiedad, al igual que sus dos hermanas, las infantas Pilar (ahora será de sus herederos) y Margarita. En el caso de Juan Carlos, cuenta con una tercera parte del terreno.

También tiene una pequeña porción de esta jardín Emanuella Dampierre, quien falleció en mayo de 2012. Y su nieto Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen Martínez-Bordiú. En esa misma rama, la del infante Jaime, encontramos a Emanuela Pratolongo, la tercera mujer de Gonzalo, y a su hija extramatrimonial, Stephanie Borbón Lee. La infanta Beatriz, hija de Alfonso XIII, era también propietaria del terreno. Ella murió en 2002 dejando cuatro hijos y once nietos, entre los que se encuentra Alessandro Lequio. El resto del jardín pertenece a las cuatro hijas de la infanta María Cristina, hija de Alfonso XIII. Ellas son Victoria, Giovanna, María Teresa y Anna Alessandra Marone de Borbón.

Mucho más desconocida es la historia de la finca de Juan Carlos en Monachil (Granada), a los pies de la estación de esquí de Sierra Nevada. "Es cierto que hubo una época dorada en las relaciones entre Granada y la Casa Real. Eran los años 80 y 90, cuando se producían varias visitas al año y había hilo directo con la Zarzuela. Fueron los años en los que era habitual ver al Rey en Sierra Nevada los inviernos practicando el esquí, hubo hasta quien propuso comprarle un piso", se lee en la prensa granadina.

Muchos años antes, el Ayuntamiento de Monachil había acordado en un pleno reservar un espacio para construir una residencia para don Juan Carlos y su familia, que él en principio aceptó. Se trataba de aprovechar el tirón del entonces príncipe para promocionar la estación en unos momentos no demasiado fáciles para Sierra Nevada. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con aquello, hay rumores, pero la información veraz al respecto escasea: "Es un apartamento en Sierra Nevada que pertenece al municipio de Monachil. Me suena que fue una cesión de Cetursa, pero no llegó a utilizarlo él porque siempre se alojaba en un hotel. De esto hace muchos años, no sé si seguirá a su nombre", apunta un veterano periodista granadino en conversación con Vanitatis. No va desencaminado.

40.000 pesetas

Centros Turísticos S.A. (Cetursa) nació a mediados de los años 60 y es la empresa que gestiona la estación de esquí y el desarrollo turístico de Sierra Nevada. En 1985 entraron en su accionariado los actuales responsables, encabezados por la Junta de Andalucía, pero hasta esa fecha era de gestión privada. Tras consultar con fuentes oficiales de la Casa del Rey y con el Ayuntamiento de Monachil, es por fin una portavoz de esta empresa quien ofrece las claves de este terreno del que nada se sabía hasta ahora. "La propiedad del Rey se trata de una parcela de cuatro hectáreas, comprada en 1972 por los Príncipes [Juan Carlos y Sofía] a Cetursa (empresa privada entonces) por 40.000 pesetas. Está situada a la izquierda del Centro de Alto Rendimiento y no está urbanizada. Linda por arriba con la carretera que sube al Veleta. Esta parcela está ahora fuera del casco urbano, es suelo rústico al que se aplica la regulación del Parque Natural".

"Consta así en el registro: Don Juan Carlos de Borbón, Príncipe de España", explican en Cetursa. Don Juan Carlos fue el comprador de esta parcela que nunca se usó ni se urbanizó. Recordemos que el título de Príncipe de España se creó en 1969, en la ley de designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Francisco Franco, y fue el título que usaron Juan Carlos y Sofía hasta asumir el trono en 1975.

A los Reyes les gustaba mucho esta zona, que frecuentaron (y promocionaron) durante décadas con asiduidad. También el rey Felipe ha sido habitual de la estación granadina, a donde acude de vez en cuando con su grupo de amigos. En Granada se le tiene mucho aprecio al rey Juan Carlos, entre otras cosas, por su papel en la celebración de los Mundiales de esquí alpino, en 1996, cuando Sierra Nevada adquirió fama internacional. Los Mundiales iban a celebrarse un año antes, pero la nieve no quiso caer y hubo que suspenderlos 'in extremis'. De manera casi milagrosa se consiguió un aplazamiento y lo que podía haber significado el fin de la estación se convirtió, un año más tarde, en un pelotazo absoluto.

El rey Juan Carlos levantó cuantos teléfonos pudo para conseguir el aplazamiento, cuentan. De hecho, uno de sus grandes amigos es Jerónimo Páez, consejero delegado de Cetursa en aquella etapa.

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