Según recoge Diario Gol, la relación de Sara Carbonero e Iker Casillas con los padres del futbolista hace tiempo que no atravesaba el mejor momento. Todo lo contrario. Se contaba en Móstoles que el meta no tenía relación con ellos, después de que esta se hubiera deteriorado seriamente hace unos años.
Por un lado, se dijo que Iker alejó a sus progenitores porque no quería que le controlaran. Al parecer estaban muy metidos en su vida y sus negocios y el asunto habría tenido un mal final.
Ello, sumado a la distancia que hay entre Móstoles y Oporto, donde viven actualmente Sara e Iker, habría hecho que la situación no mejorara en los últimos años.
Reencuentro emotivo
Sin embargo, Navidad es una época para los encuentros y la reconciliación, y según apunta la revista Semana, la pareja sus dos hijos, Martín y Lucas, habrían acudido a la población madrileña y habrían sido protagonistas de un reencuentro con los padres de él.
Una reconciliación muy emotiva en la que se dice que la el matrimonio llegó a tener momentos en los que se les vio “llorando”, y de las que se pueden ver algunas imágenes en la publicación mencionada. “Esto lo cambia todo”, comentan en el entorno de Carbonero y Casillas, sobre la relación de estos con la familia del ex capitán del Real Madrid y de la Selección Española.
Un 2019 muy complicado
Una reconciliación que llega después de que Sara e Iker hayan pasado una de las etapas más difíciles de su vida. Él sufrió un infarto en mayo, y por aquellas fechas se supo también le habían detectado un tumor maligno en el ovario.
Unos escenarios que podrían haber hecho recapacitar a las partes y a juntarlas de nuevo. Y es que a lo largo de los últimos meses no hay duda de todos se habrán tenido en el pensamiento en los momentos más duros.
